-Elijah Wood, John Hurt, Leonor Watling y Julie Cox son los protagonistas de un film de "misterio muy clásico", según el director
MADRID, 14 Ene. (OTR/PRESS) -
Vuelve Alex de la Iglesia. Después de más de tres años sin estrenar en la gran pantalla, el director de 'El Día de la Bestia' y 'Muertos de risa' regresa con 'Los Crímenes de Oxford', un thriller complejo y a ratos enigmático, que no complicado ni incomprensible, en el que el gusto por la lógica deductiva y los retos matemáticos se entremezclan con los crímenes de un sutil asesino en serie. Elijah Wood, John Hurt, Leonor Watling y Julie Cox conforman el cuarteto protagonista de este film, rodado íntegramente en inglés, que llegará a los cines españoles el próximo viernes y que el propio De la Iglesia define como una película "misterio muy clásica".
Basada en la novela del escritor argentino Guillermo Martínez, 'Los Crímenes de Oxford' es thriller policiaco en el que un profesor de Oxford, Arthur Seldom (Hurt), y un joven y avispado estudiante, Martin (Wood), andan tras la pista de un asesino en serie también aficionado a los enigmas y acertijos que les va dejando pistas en cada uno de sus crímenes. Una historia que De la Iglesia vuelve a firmar junto a Jorge Guerricaechevarria y con la que parece dar un giro a su carrera encaminada en los últimos años hacia un cine más socarrón y cargado de humor negro con títulos como 'La comunidad', '800 balas' o 'Crimen Feperto'.
Un cambio de rumbo que, según aseguró De la Iglesia en la presentación del film hoy en Madrid, en la que estuvo acompañado de los dos protagonistas Hurt y Wood, no es tan radical como algunos quieren ver. "Muchas de mis películas no son comedias, aunque puedan parecerlo. En ésta no hay comedia, es más bien un drama", señaló el director, que también destacó que "la chispa de la película" está en el contrapunto que dan los personajes de Hurt y Wood. De un lado está el profesor que "sabe demasiado, lo ha estudiado todo y descubre que no cree en nada, desconfía de todo y evita vivir refugiándose en los libros", y del otro el estudiante "que confía en sí mismo y está convencido de que es el más listo".
LA PATERNIDAD DE HITCHCOCK
De la Iglesia también subrayó que lo fundamental de 'Los crímenes de Oxford' es "más lo que se dice que lo que se hace" y que ha dado más importancia a los diálogos, rodados en inglés, lo que le ha supuesto una pequeña dificultad porque su inglés dista mucho de ser perfecto. Algo que no ha impedido que los dos protagonistas se deshagan en halagos hacia su persona. En este sentido, Hurt quiso destacar que "Alex tiene una forma especial de comunicarse con los actores", "una personalidad arrolladora y una curiosidad constante".
"He aprendido mucho con esta película", confesó el director bilbaíno al que no le duelen prendas a la hora de admitir quién es el "padre mental de su última criatura, y no es otro que el mago del suspense Alfred Hitchcock. "Hay cosas que son obvias y la película tiene un padre mental: Hitchcock, que es más que un director; es una manera de ser, un género en sí mismo", afirmó De la Iglesia, que en un alarde de modestia se autodefinió como "un filósofo mediocre" y un "pobre idiota que da vueltas a las ideas de otro y que trata de hacer la vida más interesante".