- El 56% de la población califica la situación de mala o muy mala y un 42% cree que la economía estará peor dentro de un año
- La vivienda supera al terrorismo y se coloca en tercer lugar en el ranking de preocupaciones de los españoles
MADRID, 24 Jul. (OTR/PRESS) -
La crisis económica es el principal problema que actualmente existe en España para la gran mayoría de los españoles. Los problemas de índole económica superan por un pequeño margen al paro y se colocan como la preocupación estrella de los españoles. Le siguen, por este orden, los otros dos clásicos en los primeros puestos de la lista de quebraderos de cabeza de los ciudadanos: la vivienda y el terrorismo de ETA. Los datos del barómetro elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al mes de junio también revelan que casi un 56 por ciento de los españoles valora la situación como mala o muy mala frente a poco más de un 6 por ciento que la considera buena. Y las perspectivas de cara al futuro no son muy halagüeñas, ya que más del 42 por ciento de la población cree que la economía estará peor dentro de un año.
Puede que el Gobierno haya tardado en admitirlo, pero los españoles son conscientes desde hace tiempo que España está en plena crisis económica. Con el Ejecutivo revisando a la baja sus previsiones de crecimiento, el paro disparado por encima del 10 por ciento y la inflación y el Euribor desatados, por séptimo mes consecutivo los problemas que tienen que ver con la situación económica ocupan los primeros puestos de la lista de preocupaciones de los españoles. Pero en esta ocasión los problemas de índole económica, con un 58,3 por ciento superan al paro que, tras seis meses en cabeza, cae del primer puesto con un 53,8 por ciento de las respuestas.
Así, son casi un 56 por ciento los encuestados que califican de "mala" o "muy mala" la actual situación económica, lo que supone 4,3 puntos más que en mayo y sólo un 6,3 la define como "buena" o "muy buena". Y las perspectivas no son muy esperanzadoras, ya que los españoles ven el futuro económica del país muy negro. Un 42,2 por ciento de los encuestados cree que en el próximo año la economía empeorará y sólo el 10,8 augura que irá a mejor. De hecho, interrogados sobre cual es el mayor reto que España debe plantearse para la los próximos diez años, más de la mitad, el 53,2 por ciento, asegura que el principal objetivo debe ser frenar la escalada de precios.
LA INMIGRACIÓN POR DELANTE DEL TERRRORISMO
La inmigración ha pasado a ser la tercera preocupación, superando al terrorismo de ETA que según los datos del CIS, recogidos por otr/press, está en cuarto lugar con casi el 23 por ciento, por lo que ha descendido con respecto al mes anterior, en el que la cifra era del 31,4%. El terrorismo de ETA no está en cabeza en la lista de las preocupaciones de los españoles desde finales de 2007, cuando cerró el año siendo el principal problema tras el asesinato de dos guardias civiles en la localidad francesa de Capbreton.
Completan la lista de los problemas que más preocupan a los españoles la vivienda, que baja tres puntos y repite como quinta preocupación, con un 21,5 por ciento; la inseguridad ciudadana con un 10,7 por ciento; y la clase política que se coloca en sexto lugar con casi un 7 por ciento de las respuestas. De hecho, interrogados sobre la situación política situación política el 36,8 por ciento la califica de "mala" o "muy mala" frente a un 14 por ciento que la juzga "buena" o "muy buena". De cara al futuro, los españoles son pesimistas y el 21,2 por ciento auguro que empeorará, frente al 10,6 por ciento cree que mejorará.
En cuanto a los problemas que más afectan a los españoles en el plano personal, los relacionados con la economía también se colocaron en el primer puesto. En primer lugar repitieron los problemas de índole económica, con 52,7 por ciento (2,7 puntos más que en mayo), le seguían el paro (24,7 por ciento), la vivienda (19,1 por ciento) y en cuarto lugar quedaron los problemas relacionados con la calidad del empleo con un 10 por ciento. En quinto lugar se mantiene la inseguridad ciudadana, con un 8,6 por ciento, casi a la par que la inmigración, con un 8,5 por ciento.