Crónica ETA (3).- Blázquez insta a pedir perdón a "quienes han herido" y a otorgarlo "quienes han sido ofendidos"

- Reclama a los partidos políticos "unidad en los principios morales" y "convergencia en los procedimientos" para acabar con ETA

BILBAO/MADRID, 3 Feb. (OTR/PRESS) -

De forma casi paralela a la multitudinaria manifestación que tuvo lugar en Madrid, otra concentración tenía lugar en la plaza de la Catedral de Santiago de Bilbao, convocada por la Diócesis públicamente el pasado mes de octubre. Allí, y ante las miles de personas que secundaron la marcha, entre ellas representantes de todos los partidos democráticos vascos, el obispo de Bilbao y presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, instó a "pedir perdón quienes han herido y asesinado, otorgar perdón quienes han sido ofendidos", como parte de las "lecciones de nuestro Señor Jesucristo", al tiempo que reclamó a los partidos políticos "unidad en los principios morales" y "convergencia en los procedimientos" para acabar con ETA.

Bajo el lema 'Muévete por la paz' la marcha fue secundada, según destacó la Diócesis de Bilbao, por miles de asistentes que abarrotaron la plaza de la Catedral de Santiago, entre ellos se pudo ver a representantes del PSE, PNV, EB y EA. En el transcurso del acto Ricardo Blázquez leyó un mensaje eclesial bajo el título 'Cristo es nuestra paz', que comenzó destacando que la marcha se convocó en octubre, en circunstancias diferentes a las actuales, ya que no se había producido el atentado de ETA, un acto que "que acabó con la vida de dos personas, dos hermanos nuestros" y causó un "duro golpe a la esperanza".

Según el obispo, el primer paso en el camino de la paz es la eliminación de la violencia terrorista "por todos los medios legítimos a nuestro alcance", por lo que exigió a ETA que "desaparezca definitiva y totalmente, sin dilaciones ni contrapartidas". Pero al mismo tiempo, reclamó a los representantes políticos que la búsqueda de la paz sea un "objetivo fundamental". En su llamamiento a la clase política, destacó que "la unidad en los principios morales y la convergencia en los procedimientos fortalecerá la confianza de la sociedad en la erradicación de la violencia".

Por otra parte, Blázquez manifestó su reconocimiento de que las víctimas del terrorismo forman parte de la "memoria de un horror, del que no somos del todo inocentes, ni como ciudadanos de este país, ni como miembros de esta Iglesia local de Vizcaya". "En la medida de nuestra responsabilidad moral, pedimos una vez más perdón. Ellas son el icono del inocente Jesús, injustamente crucificado, que con su resurrección afianza nuestra esperanza de una paz y reconciliación plenas", añadió, antes de comprometerse a "velar" para que "no sea olvidado su sufrimiento".

PEDIR PERDÓN Y PERDONAR

Blázquez indicó que no se puede dejar de anunciar que Jesús "nos enseñó a amar a los enemigos y murió perdonando". "Pedir perdón quienes han querido y asesinado, otorgar perdón quienes han sido ofendidos, limpiar de odio el corazón, reconocer como prójimo a toda persona que está caída al borde del camino, suplicar al Señor la reconciliación y orientar a ella nuestras actividades... son lecciones que aprendemos de nuestro Señor Jesucristo", recordó Blázquez, quien hizo mención a las casi 1.000 personas a quienes "les ha sido arrebatada injustamente la vida" y denunció que la violencia va acompañada de "mentira, sarcasmo y desprecio".

Además, Blázquez hizo una invitación para "no ahorrar, ni en la sociedad, ni en la Iglesia, la colaboración esforzada a la causa mayor de la paz". "Hagamos, entre todos, vosotros jóvenes y nosotros adultos, una sociedad más pacificada, más serena y más digna de toda persona. ¡Recorramos juntos los caminos que conducen a la paz!", afirmó. Al término del mensaje de Blázquez, durante el cual se escuchó una grito aislado descalificando al prelado, los asistentes irrumpieron en aplausos. Tras sus palabras, el monje cisterciense Isaac Totorika leyó una oración y se pudo escuchar la canción 'Bake Mina' (Anhelo de paz).