- Estuvo salpicada por numerosos actos de kale borroka para protestar por el juicio contra Jarrai
BILBAO, 13 Ene. (OTR/PRESS) -
Nuevos episodios de violencia callejera en el País Vasco y Navarra. A pesar de que el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, prohibió los actos convocados por la organización juvenil de la izquierda abertzale en el País Vasco, Segi decidió celebrar finalmente su jornada de lucha el pasado viernes, que estuvo salpicada por numerosos actos de kale borroka en protesta por el juicio que se sigue contra Jarrai. La causa está ahora en el Tribunal Supremo, que deberá dictar sentencia el próximo 18 de enero, y ahora está estudiando los recursos presentados por los condenados.
En un primer momento, la jornada empezó con protestas pero sin violencia. Pese a ello, la Policía detuvo a seis individuos que intentaron acceder por la fuerza al Ayuntamiento de Pamplona. Poco después, los agentes de la Policía Nacional impidieron que un grupo de unas 50 personas iniciaran una manifestación no autorizada.
Sin embargo, a medida que avanzaba el día se sucedieron diversos actos de kale borroka. El más destacado fue el sabotaje que sufrió la línea de metro en Getxo (Vizcaya), cuando un grupo de desconocidos prendió varios neumáticos sobre las vías obligando así a interrumpir el tráfico entre las estaciones de Algorta y Bidezabal.
A los siete detenidos inicialmente, se sumaron dos menores acusados de originar desórdenes públicos y por quemar un contenedor en San Sebastián. También por participar en la quema de varios contenedores, los agentes de la Ertzaintza detuvieron a otro joven, que fue puesto en libertad, aunque se le imputa por su participación en un delito de desórdenes públicos. Los agentes detuvieron a otro joven por cruzar contenedores en Hernani (Guipúzcoa).
Además, una treintena de radicales irrumpieron en la sede del PNV del barrio bilbaíno de Rekalde cuando aún había gente en su interior, y realizaron varias pintadas. Posteriormente, un grupo de encapuchados rompió con bates de béisbol las persianas y los cristales del batzoki del barrio de Algorta, en la localidad vizcaína de Getxo.
A lo largo de la noche se desarrollaron otros actos de violencia callejera. Varios desconocidos lanzaron cócteles molotov contra un cajero de La Caixa en Lemona, provocando el incendio de la sucursal. También con cócteles molotov atacaron otro grupo de jóvenes la casa del pueblo de Abanto, originando un incendio.
Fuera ya de la jornada de lucha convocada para el pasado viernes, un total de cinco jóvenes fueron detenidos hoy por la Ertzaintza tras encadenarse en la A-8, a la altura de Zarautz (Guipúzcoa), en protesta también del juicio contra Jarrai-Haika-Segi.
CONDENA DE LOS ACTOS
El portavoz parlamentario del PP vasco, Leopoldo Barreda, condenó hoy estos últimos actos de violencia callejera. Así, Barreda aseguró que estos ataques "dejan claro que ETA-Batasuna no está dispuesta a cambiar en absoluto", porque "es la misma ETA de siempre, con los mismo instrumentos de siempre". Por ello, para el dirigente popular es "cada vez más urgente recuperar los instrumentos del Estado de Derecho" con el fin de "combatir en todas sus manifestaciones a ETA-Batasuna".
A esta condena se sumó Eusko Alkartasuna (EA), que afirmó que este tipo de actos "provocan la indignación y el hartazgo de la ciudadanía y resultan totalmente inadmisibles para la consecución de una sociedad normalizada". Además, la formación nacionalista reiteró que estas "expresiones violentas atentan contra los principios elementales de la democracia".
Ezker Batua-Berdeak (EB), que también condenó los diferentes ataques de kale borroka, afirmando que "constituyen un enorme obstáculo para lograr la paz y la normalización política" y denunció que van "en contra de las libertades fundamentales de la ciudadanía, como el derecho a la libertad ideológica". En este sentido, EB pidió a sus autores que "abandonen definitivamente la violencia" y a la izquierda abertzale que "en lugar de responsabilizar al resto de formaciones políticas de la situación actual", desarrolle un "recorrido democrático y de autocrítica".