- El PP insta al Gobierno a volver al consenso con la vuelta a un "diálogo crítico" que haga posible "la transición y no la sucesión"
MADRID, 25 Abr. (OTR/PRESS) -
La política exterior del Gobierno del PSOE respecto a Cuba sirvió hoy en el Congreso de los Diputados para un nuevo enfrentamiento entre el Ejecutivo y el PP a cuenta de una interpelación urgente registrada por el portavoz del partido en la Comisión de Asuntos Exteriores, Gustavo de Arístegui. El ministro del ramo, Miguel Angel Moratinos, defendió la política de aperturismo aplicada por el Ejecutivo para con la isla frente al "fracaso" y "los efectos nefastos" que tuvo la de José María Aznar. Por su parte, el dirigente popular instó al Ejecutivo a volver al consenso con el PP en este asunto a través del "diálogo crítico" que su partido inició y así haga posible en Cuba "la transición y no la sucesión".
Arístegui comenzó su intervención calificando de "esperpento de la política exterior" que, a su juicio, supuso el viaje de Moratinos a Cuba, y que "ha dado la imagen errónea" y "desviada" de la que, en realidad, España debería "estar lanzando al mundo". "Es lamentable que hayamos sido confudidos con aliados del régimen de Castro", espetó, antes de recordar que "Cuba es la dictadura más antigua del mundo" y que su política penal no se había visto "desde la derrota del fascismo".
Para el PP, que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero modificara su posición y la de la UE respecto a Cuba "ha debilitado nuestra posición y el peso de España" tanto en la UE como en latinoamérica, además de "generar confusión en la UE", aunque señaló que los "12 nuevos miembros no han tenido ninguna duda de la naturaleza de la dictadura de Cuba", porque todos ellos sufrieron "dictaduras del mismo color". "Ya no se sabe qué posición tenemos en la UE", afirmó, acusando al Gobierno de tener una "política acomodaticia y cobardona con Cuba".
"Dijo que el viaje abría una nueva etapa con Cuba, pero era de una etapa de laxitud", proclamó Arístegui, que, tras acusar a Moratinos de humillar a la disidencia, criticó que con la nueva política del PSOe respecto a la isla "la oposicion les rechaza, en Estados Unidos no tienen peso y el regimen cubano les desprecia".
LA BUENA DIRECCIÓN
El ministro comenzó recordando que el PP presentó en diciembre una interpelación sobre Cuba en la que proponía reconstruir el consenso en este asunto. "Lamentablemente con toda esa serie de adjetivos que ha utilizado, veo que siguen utilizando la cuestión de Cuba como un arma arrojadiza contra el Gobierno, han hecho exactamente todo lo contrario a lo que se proponían", señaló Moratinos, que dio como cierto el cambio de política exterior "porque la política de confrontación iniciada por el Gobierno de Aznar y su extrapolación a la UE fue un fracaso y tuvo efectos nefastos".
"La política del PP sólo aisló más a Cuba", destacó, subrayando que su viaje a Cuba tenía como objetivo "concluir el proceso de normalización de diálogo con autoridades cubanas", con las que "ahora existe un clima de confianza", lo que permitiría a "España ser un interlocutor privilegiado para acompañarle a donde quiera". Así, citó como logros de su viaje los mecanismos en materia de Derechos Humanos que se acordaron, los pactos en cuanto a cooperación, la recuperación de los centros culturales españoles o el inicio de las negociaciones para poner fin a la deuda histórica de Cuba con España.
Además, negó haber despreciado a la disidencia porque durante su viaje se organizó "un encuentro entre la disidencia y altos cargos de Exteriores", además, resaltó, con motivo de su viaje "han copado espacios enteros en los periódicos" y "aquellos opositores que acudieron al encuentro" valoraron positivamente el viaje de Moratinos. Según Moratinos, el fondo del debate está en la postura a mantener con el régimen cuando "parece haberse abierto una nueva etapa" en la cual "España ha querido dar un paso adelante" y en la que "no puede permanecer con los brazos cruzados".
VUELTA AL CONSENSO
En su turno de réplica, Arístegui mostró su conformidad en que sean los cubanos los que protagonicen "la transición", pero también "la oposición que ahora está marginada". "La transición significa respetar a todos los partidos", señaló, considerando que una buena forma de apoyar a la disidencia es "darle acceso a internet". A juicio de los populares, el modelo de transición en el que debe entrar Cuba es "el de los países del Este", porque, en caso contrario, se está "fomentando el inmovilismo, se favorece la sucesión ordenada". Por ello, culminó instando al Gobierno a recuperar el consenso a través "del diálogo crítico" de recuperar "la confianza de la disidencia" y haciendo "realidad" la "transición no la sucesión".
Por su parte, Moratinos pidió a Arístegui que si quiere recuperar el consenso "respete algunas formas parlamentarias" y evite la proliferación de adjetivos despectivos en sus intervenciones. En todo caso, subrayó que el principal punto de la diplomacia española es "el respeto de la soberanía cubana". "Vuelve a caer en la trampa, dice que la transición política en Cuba tiene que ser la del modelo del Este, deje usted a los cubanos que decidan qué modelo desean", resaltó, antes de subrayar que la mejor forma de "respetar" a la oposición en Cuba son las "más de 52 liberaciones" que se han producido gracias a la nueva política del Gobierno. Por ello, concluyó "vamos a continuar trasladando a la UE que es importante mirar al futuro y no mirar al pasado".