- Culpa al funcionario que redactó los antecedentes del encarcelado, aunque reconoce que al firmar la sentencia tendrá que asumirlo
GRANADA, 2 Abr. (OTR/PRESS) -
La que fuera titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Motril (Granada), Adelina Entrena, negó haber cometido error alguno en José Campoy, quien permaneció 455 días en prisión por un delito del que había sido absuelto. La ex magistrada declaró en el juicio que se celebra hoy y en el que se le acusa de un delito contra los Derechos Fundamentales, que todo este malentendido se debe a un "error del funcionario" que escribió los antecedentes de Campoy, aunque reconoce que una vez firmada por ella la sentencia, tendrá que asumirlo.
En su intervención ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Adelina Entrena aseguró que nadie en el juzgado le advirtió que el preso, que llegó el día del juicio esposado, estaba en prisión por no haber acudido en anteriores citas, ya que estaba de baja y se incorporó al su trabajo el mismo día de ese proceso. Además, explicó, en el libro del registro no constaba que Campoy estuviera en prisión provisional, por lo que ella pensó que estaría en la cárcel por alguna de las condenas anteriores, que ella mima había dictado, ya que el hombre era un "delincuente habitual", incidió.
De este modo, señaló, ella formó la sentencia en cuyos antecedentes constaba que el acusado estaba en libertad, habiendo estado probado de ella sólo un día para su comparecencia en la sede judicial. El hecho de que Campoy no se hubiera presentado a vistas anteriores llevó a que las fuerzas de seguridad le retuvieran. Así, puntualiza Entrena, ella "no podía saber" que estaba encerrado por esa causa. "Fue un error del funcionario" que redactó los antecedentes", agregó en su declaración, aunque seguidamente reconoció que al firmar ella la sentencia tendría que asumirlo.
En este sentido explicó también que "nadie" le dijo nada a pesar de que la secretaria judicial, el fiscal y el letrado, eran conocedores de la situación del preso. A pesar de ello, indicó, no le aclararon cómo se encontraba: "he llegado incluso a pensar que era intencionado", aseveró. Sin embargo la propia secretaria judicial, llamada a declarar en calidad de testigo y a l que Entrena dijo que "no era competente" , negó estas acusaciones y aseguró que el tribunal informó a la jueza de que estaba preso para que compareciera como era "el método habitual".
UNA PERSONA "DESPISTADA"
La intervención de la secretaria judicial fue la más polémica de la jornada ya que señaló que la magistrada es "una persona despistada a la que hay que recordarle las cosas", si bien aseguró que ella "no es niñera de ningún juez". Del mismo modo puntualizó que no se anotó en el libro que Campoy era preso preventivo, "nadie se dio cuenta hasta el día del juicio", concluyó.
Tampoco informó nadie al propio preso, según dijo en el estrado, quien dijo que "al no saber nada" de su libertad entró en una depresión por la que, dijo, se daba cabezazos en la cárcel y llegó a perder piezas dentales. Por este motivo, la acusación pide una indemnización de 350.000 euros por para el preso, además de la inhabilitación por ocho años de la magistrada. La fiscalía pide la libre absolución.