- Se pensó que había muerto por enfermedad o negligencia hasta que la autopsia reveló lesiones por malos tratos
LAS PALMAS/MADRID, 9 Ene. (OTR/PRESS) -
Cuando el médico del Servicio de Urgencias Canario de la isla de Fuerteventura inspeccionó al bebé, pensó que había muerto por una enfermedad gastrointestinal o por pura negligencia de su joven madre, de sólo 18 años, y su pareja sentimental, un chico de 20 años. Sin embargo, la autopsia que se realizó posteriormente al cadáver de la niña, de apenas seis meses de edad, reveló que no murió de tal forma, sino que presentaba una serie de lesiones que indicaban que había sido víctima de malos tratos. La Policía Nacional procedió a la detención tanto de la madre del niño como de su pareja sentimental.
Sobre las 16.00 horas de la tarde del viernes un agente de la Policía Nacional alertó del suceso al Centro Coordinador del Emergencias y Seguridad del Gobierno canario. Poco después, un médico del Servicio de Urgencias Canario acudió a una vivienda humilde en el barrio de El Charco, en Puerto del Rosario (Fuerteventura) donde se encontró a un bebé de apenas seis meses muerto, informa el rotativo 'Canarias 7'.
Las explicaciones del joven que en aquel momento se encontraba en la casa hicieron suponer al médico que la criatura había muerto por una enfermedad gastrointestinal, aunque no descartó que se debiera a una negligencia de sus tutores. Según el chico, de 20 años de edad, la madre se había marchado y el bebé llevaba cerca de 20 horas sin ingerir alimentos y vomitando. Sin embargo, la niña en ningún momento pasó por el hospital.
Cuando trasladaron al bebé al Hospital General de Fuerteventura, en un primer examen del cuerpo los médicos descubrieron lesiones que no cuadraban con la versión que había dado el joven. En una posterior autopsia, se comprobó que los hematomas que presentaba la niña eran claras señales de malos tratos. Así, la Policía Nacional procedió a la detención de la madre del bebé, de 18 años, y de su pareja sentimental.
SIN VACUNAS
Al parecer, ambos vivían en el citado domicilio con el bebé prácticamente recién nacido y con otra niña de dos años y medio. La criatura fallecida no estaba inscrita en el Registro Civil, no tenía puesta ninguna de las vacunas pertinentes y ni siquiera había recibido atención medica alguna en sus apenas seis meses de vida. Su padre era un joven de 17 años que no vivía con la madre.
Según la Delegación del Gobierno en Canarias, la pareja pasará a disposición judicial mañana, cuando declare ante el Juzgado de primera Instancia e Instrucción número 3 de Puerto del Rosario.