- Los Red Hot Chili Peppers y Mary J. Blige fueron los otros dos grandes galardonados de la noche
LOS ANGELES/MADRID, 12 Feb. (OTR/PRESS) -
Algo se mueve en Estados Unidos. Si en 2003 la industria discográfica callaba ante el boicot que sufrieron las Dixie Chicks por sus comentarios contra la política hacia Irak del presidente George Bush, la 49 edición de los Grammy ha supuesto la redención y sacralización del trío texano. Emily Robinson, Natalie Maine y Marti Maguire fueron las grandes vencedoras de la gala que se celebró en el estadio Staples de Los Angeles, acaparando los principales premios entre los cinco galardones que recogieron. Los californianos Red Hot Chili Peppers y la neoyorquina Mary J. Blige fueron los otros dos artistas más premiados en una gala con sabor claramente retro.
El 10 de marzo de 2003, tan sólo diez días antes de que las tropas estadounidenses iniciaran la invasión de Irak, las Dixies Chicks, durante un concierto en el teatro Shepherd's Bush Empire de Londres, dijeron sentirse "avergonzadas de que el presidente Bush sea de Texas", su tierra natal. La crítica llegó en un momento delicado en EE.UU. y el sector country del mercado musical norteamericano -de clara tendencia conservadora- puso en marcha un duro boicot contra el trío.
Protestas contra el grupo country, quemas de discos, amenazas y críticas por parte de muchos de sus seguidores fueron, incluso, motivo de un documental en el que se señalaba una posible violación de la primera enmienda de la Constitución, que garantiza la libertad de expresión ('Dixie Chicks, calláos y cantad' 2006). Sin embargo, parte de los seguidores recibieron con admiración las palabras del trío texano, viendo, por primera vez, como un artista del country se declaraba claramente progresista.
La respuesta de las Dixie Chicks fue contundente, aún sin abandonar sus raíces countries, el trío introdujo en su música el pop y el rock e incluso toques de rap para desmarcarse del mercado que las había fustigado. Y la formula ha funcionado, porque el trío ha repetido una gesta musical sólo lograda por Eric Clapton en 1993. Su octavo disco, 'Taking the long way' (2006) y su canción 'Not ready to make nice' se llevaron los dos principales galardones de la 49 edición de los Grammy, que se celebró en la noche del domingo en el estadio Staples de Los Angeles.
Junto a los premios de Mejor Álbum del Año y Mejor Canción, las Dixie Chicks recogieron los de Mejor Grabación del Año y, paradójicamente, los de Mejor Álbum de Música Country y Mejor Interpretación de Grupo en esta categoría, de la que se han alejado en su último disco. "No están preparadas para quedar bien", fue la llamada al escenario de las Dixie Chicks, a la que Maines supo responder parafraseando al título de su canción, casi como acto de contrición: "estoy lista para ser agradable". "Creo que hoy la gente se ha expresado con libertad", añadieron, reconociendo que "no habríamos hecho este álbum sin lo que pasamos; no nos arrepentimos".
108 CATEGORÍAS, 500 CANDIDATOS
Los más de 500 candidatos que concurrían a los premios más importantes de la música justifican que en la gala sólo se repartan algunos y que muchos de los nominados se enteren de su victoria o de su fracaso horas antes de la misma. Así, el premio al Mejor Álbum Latino de Pop, compartido por Ricardo Arjona ('Adentro') y Julieta Venegas ('Limón y Sal'), o el de Mejor Álbum Latino de Rock o Alternativo, para Maná por 'Amar es combatir', se supieron antes de que diera comienzo la ceremonia de los Grammy.
Al margen de lo anterior, los otros dos artistas que en la noche de ayer tuvieron el honor de subir al podio los Red Hot Chili Peppers y Mary J. Blige. "Necesitamos más bandas de rock", exclamaba Chad Smith, el batería de la banda californiana, cuando subieron al escenario para recoger el premio por el Mejor Álbum de Rock por 'Stadium Arcadium', al que se sumaron los de Mejor Canción de Rock y Mejor Interpretación de Grupo de Rock (ambas por 'Dani California') así como a la Mejor Funda a la Edición Especial de un Álbum, por un disco que, salvo a la buena opinión de la crítica, no ha logrado el galardón al Mejor Álbum del Año.
Tampoco una de las grandes favoritas de la ceremonia, la neoyorquina Mary J. Blige, pudo irse con las manos repletas con los ocho premios a los que estaba nominada. Sin embargo, la intérprete recibió con emoción los tres galardones que recibió, Mejor Álbum de R&B por 'The Breakthruogh', Mejor Interpretación en esa categoría y Mejor Canción de R&B con 'Be without you'. Tras 15 años de trayectoria, Blidge creía ciertos los rumores que apuntaban que su carrera musical había acabado con su último disco de estudio 'Love & live', pero anoche demostró que puede seguir en la cresta de la ola.
DECEPCIÓN Y AMBIENTE RETRO
James Blunt y Prince, con cinco nominaciones, Beyoncé con tres, o Neil Young con tres, fueron los grandes airados de la noche, quedando incluso a la sombra de Carrie Underwood, que recibió los Grammy a la Mejor Nueva Artista y a la Mejor Interpretación de Country Femenina. La joven de Oklahoma, salida de un 'O.T.' a la americana, 'American Idol', en el año 2005 recibió con estos dos premios el primer espaldarazo de lo que, parece, será una larga trayectoria musical.
Otros de los premiados fueron Bob Dylan a la Mejor Interpretación Rcol y el Mejor Álbum Folk Contemporáneo ('Someday baby' y 'Modern times', respectivamente); Christina Aguilera como Mejor Interpretación Pop con 'Ain't no other man'; Madonna al Mejor Álbum Dance/Electrónico con 'Confessions on a dance floor'; los Black Eyed Peas con la Mejor Interpretación de Grupo Pop con 'My humps'; Beyoncé y su 'B'day' al Mejor Álbum Contemporáneo; o Justin Timberlake y el rapero T.I. por el tema 'My love' en la categoría de Mejor Colaboración de Rap.
Uno de los momentos estelares de la gala fue la subida al escenario de The Police, 25 años después de su último concierto y casi 30 después de la aparición de uno de sus grandes éxitos 'Roxanne'. Con su peculiar mezcla de soft rock y reggae, Sting, Copeland y Summers interpretaron ese éxito de 1978 y que sirvió a los presentes como aperitivo de lo que será la vuelta a los escenarios del trío británico, que lleva fraguándose un tiempo para este mismo año.
No fueron los únicos sonidos que resonaron en el estadio de Los Angeles rememorando años pasados. Tonny Bennet y Stevie Wonder con 'Promiscuous' y 'Crazy', Lionel Riche con su éxito de los 80 'Hello' y Smokey Robinson homenajeando a The Police con 'The tracks of my tears' dieron un toque retro a la gala que sólo pudieron romper las caderas de Shakira y su 'Hips don't lie' o la aparición de la impactante Beyoncé, que interpretó 'Listen', tema que forma parte de la banda sonora de su última película 'Dream grils'.