- La inmensa mayoría estaban conduciendo bebidos y ahora pueden afrontar hasta seis meses de cárcel y cuatro años de carné
MADRID, 5 Dic. (OTR/PRESS) -
El estreno de la reforma del Código Penal que introduce penas de cárcel para determinadas prácticas de conducción temeraria ha supuesto, en tan sólo dos días, la detención y puesta a disposición judicial de 154 conductores. En su inmensa mayoría se trataba de personas que conducían en estado de embriaguez y que, al superar los límites establecidos en la reforma penal, afrontan ahora penas de hasta seis meses de cárcel -que se podrá eludir si no existen antecedentes- y cuatro años sin poder conducir. Según datos difundidos hoy por la Dirección General de Tráfico, entre los días 2 y 3 de diciembre se produjeron un total de 151 conductores fueron detenidos por haber conducido con una tasa de alcohol superior a 1,2 gramos por litro en sangre. Tres de ellos pasaron a disposición judicial por haberse negado a someterse a las pruebas. Por otro lado, uno de los conductores fue detenido por conducir a 110 kilómetros por hora (superando en 60 el límite permitido) en una vía urbana, en concreto a lo largo de una travesía. Otros dos conductores fueron detenidos por ir a más de 180 por carretera.
Por otro lado, en declraciones a Radio Nacional recogidas por otr/press, el fiscal especial de Seguridad Vial, Bartolome Vargas, reveló que un total de 155 presos de los 50.000 que hay actualmente en las cárceles españolas están entre rejas por delitos relacionados con el tráfico. "La mayoría cumplimos la ley, la gran mayoría, y esa minoría que no cumple la ley, sin ninguna duda, tiene que recibir la aplicación de la ley", advirtió.
LA NUEVA NORMATIVA
A partir de la aprobación de la nueva normativa, aquellos que sobrepasen los límites de velocidad (conducir a más de 200 kilómetros por hora en autovía, a más de 180 en carretera y a 110 en vía urbana) serán castigados con penas de prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses y trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días y, en todos los casos, serán privados de conducir por un tiempo de entre uno y cuatro años.
La pena de prisión será de entre seis meses a dos años para el que conduzca "con temeridad manifiesta" y ponga "en concreto peligro la vida o la integridad de las personas", y de dos a cinco años si se demuestra además que se conduce de esa forma con "desprecio por la vida de los demás".
Quienes conduzcan con una tasa de alcohol de 1,2 gramos en litro de sangre podrán ser castigados con entre tres y seis meses de cárcel, pena que será de seis meses a un año en el caso de que un conductor se niegue a someterse a las pruebas de alcoholemia, drogas tóxicas, estupefacientes y sustancias psicotrópicas.