- España absorbe un 7 por ciento del turismo mundial y el 13 hacia Europa
MADRID, 20 Dic. (OTR/PRESS) -
La hegemonia del turismo como primera industria de España se afianza, y ya equivale a casi un 11 por ciento del PIB, al mover más de 106.000 millones de euros anuales, con un creimiento del 3,2 por ciento. El año 2006 fue un año de consolidación de la recuperación de la actividad turística en España, que continuó con el ciclo expansivo iniciado en 2004. Las cifras globales de la actividad turística en España reflejan un crecimiento estimado de la demanda final turística en términos reales del 3,2% para el año 2006. España absorbe un 7 por ciento del turismo mundial y el 13 hacia Europa.
Apoyado por el ciclo expansivo de la economía española y del aumento de la demanda exterior, el negocio del turismo en España alcanzó durante 2006 una demanda valorada en 106.374,2 millones de euros, lo que equivale al 10,8% del Producto Interior Bruto (PIB) de la economía española, según datos publicados hoy por Estadística.
España sigue ocupando un lugar de liderazgo en las corrientes internacionales de turismo. En 2006 se mantuvo como el segundo país del mundo tanto por cifra de visitantes (con 58,5 millones, lo que supone un nuevo récord histórico y representó cerca del 7,0% del turismo mundial y el 13,0% del turismo hacia Europa), como por los gastos ligados a los mismos (el consumo del turismo receptor ascendió a 47.205 millones de euros). Según el INE, la recuperación del turismo de España está ligada a diversos factores, como la mejora en la situación económica de mercados exteriores fundamentales para España -como Alemania y, más moderadamente, Reino Unido-, pero también -y no sólo en esos mercados preferentes- a aspectos de la competitividad internacional de nuestro país en 2006: por un lado, una competencia en precios (en 2006 los precios de los servicios turísticos españoles moderaron su crecimiento); por otro, aspectos más difícilmente cuantificables, pero sin duda cruciales en el posicionamiento de los mercados turísticos, que son los vinculados a temas de seguridad y estabilidad política, aspectos que favorecieron sin duda a España frente a destinos competidores a lo largo de 2006.
SE MODERA EL INCREMENTO DEL TURISMO ESPAÑOL AL EXTRANJERO
En lo referente a los viajes de los españoles al exterior, ha continuado la tendencia creciente de anteriores períodos, debido al crecimiento de la economía española y a factores como el abaratamiento del transporte aéreo internacional. Sin embargo, el crecimiento ha sido mucho más moderado, pasando del 21,7% de aumento en 2005 al 8,6% de 2006.
El resultado combinado de ambos flujos, receptor y emisor, es que, por primera vez desde 2003 el saldo exterior de la balanza turística ha mejorado. En concreto, ha ascendido a 29.100,4 millones de euros, un 5,5% más que en 2005.
De acuerdo con el análisis del INE, la actividad turística de España durante la última década se ha caracterizado por pautas que parecían muy definidas: la pérdida paulatina de peso del alojamiento hotelero o reglado frente al crecimiento de la vivienda privada (en propiedad o alquilada), la reducción del peso de los intermediarios de viajes (especialmente agencias minoristas) por el incremento en el uso de Internet y/o la contratación directa con el proveedor del servicio... El año 2006 manifiesta, sin embargo, una ralentización en estas tendencias.
En efecto, 2006 es el primer año en el que la utilización del alojamiento colectivo, hotelero fundamentalmente, recupera peso en los hábitos del turismo. Naturalmente, las matizaciones son las de rigor: el mayor uso de hoteles se produce de forma paralela a una disminución de la estancia media, mostrando -y en este caso sí de una forma inequívoca que la duración de los periodos vacacionales está tendiendo a disminuir como resultado de cambios en los hábitos del consumidor y del abaratamiento de los transportes, en particular del transporte aéreo (sin duda, uno de los elementos de mayor implicación sobre la evolución reciente del turismo a nivel internacional).
El año 2006 fue también un año de crecimiento notable del sector de agencias de viaje, lo que contrasta también con el proceso de transformación y paulatina disminución de laimportancia económica de este sector. La explicación fundamental proviene del auge de segmentos como el turismo de negocios o los viajes de españoles al exterior, con niveles todavía altos de utilización de los servicios de las agencias de viaje.
Una parte sustancial del crecimiento de la actividad turística se debió al auge del turismo de negocios, cuya importancia relativa va aumentando progresivamente, y ya supone en torno al 18,5% del total de la demanda turística en España. Este porcentaje se eleva al 22,5% en las agencias de viajes, al 35,7% en el alojamiento y al 38,1% en la demanda de transportes.
El turismo de negocios es, además, un segmento clave de la demanda por sus niveles elevados de gasto medio diario. En 2006 el gasto por viajero y día del turismo de negocios internacional hacia España ascendió a 224 euros, es decir, más del doble del gasto medio diario del conjunto de los visitantes internacionales en el territorio español (93 euros).