Actualizado 09/03/2007 01:00

Curri Valenzuela.- La manifestación

MADRID 9 Mar. (OTR/PRESS) -

Después de sumarse a siete grandes manifestaciones contra la política antiterrorista de Zapatero, el PP celebra este sábado la suya. Seguramente resultará multitudinaria. Para evitar incidentes o sabotajes de los contrarios, los populares controlarán el que no se muestren emblemas anticonstitucionales ni se profieran gritos contra el presidente del Gobierno. Ellos, que serían los perjudicados si la manifestación se desmadra, temen sobre todo la presencia de provocadores que revienten la concentración y creen posible que algo se esté organizando para lograrlo; después de todo, si alguien actúa en contra de estos manifestantes estará haciéndolo contra el PP y no contra las víctimas del terrorismo, organizadoras de actos anteriores. Y una cosa parece permisible y la otra no.

Pese a lo dicho por el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, en el sentido de que un partido que aspira al Gobierno de la nación no debe organizar manifestaciones, el PP tiene todo el derecho del mundo a hacerlo. Incluso en estas circunstancias tiene el deber: el deber de canalizar la indignación de muchísimos españoles a los que la excarcelación del terrorista De Juana Chaos tiene muy, pero que muy enfadados. Manifestarse en silencio, como se les está pidiendo, es lo menos que pueden hacer en el momento presente. También lo más. Y si de esto se ocupa el PP, mejor que mejor.

Blanco, por otra parte, se olvida, o se quiere olvidar, de que para el sábado siguiente está organizándose en Madrid otra manifestación que ha sido convocada por el PSOE, esta vez para recordar los tres años del inicio de la guerra de Irak. No hay duda de que logrará sacar a la calle a menos ciudadanos de la de este sábado, pero ni PP ni PSOE pueden llenar las calles de la capital con autobuses de militantes; cuando se llenan es porque hay suficiente número de madrileños sin afiliación política que se sienten lo suficientemente indignados por algo como para manifestarse. Antes lo fue contra Aznar por la guerra, ahora contra Zapatero por dejar que De Juana Chaos se vaya de rositas. Y, diga lo que diga Blanco, qué le vamos a hacer.

Curri Valenzuela.

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