MADRID 29 Abr. (OTR/PRESS) -
Otra vez pendientes de las nubes y el sol, los accidentes de carretera, lo imposible que resulta encontrar mesa en el chiringuito de playa y si los niños pueden bañarse o no en la piscina. Los españoles en general y en particular los habitantes de las grandes ciudades hemos huido de nuestra vida cotidiana de nuevo y podemos ignorar durante cuatro días (cinco los madrileños) las noticias que aún se empeñan en contarnos los medios de comunicación: las fórmulas que Batasuna está intentando para presentarse a las elecciones municipales y las vueltas que el Gobierno está dando para consentirlo, aunque parezca que dice que no; los nuevos capítulos de corrupción urbanística, ahora en la isla de Ibiza...cuestiones que reflejan batallas políticas de las que la ciudadanía ha decidido evadirse, aunque sea por poco tiempo. Por descansar y, no lo descartemos, por preservar su salud mental colectiva.
¿Cómo es posible que se estén vertiendo tantos ríos de tinta en especular si ese partido surgido como una seta, ADN, quiere acudir a las elecciones municipales del País Vasco como una marca blanca de Batasuna o, por lo tanto, vinculaciones con ETA? Lo dicen los informes de Policía y Guardia Civil, lo cuentan, después de haber realizado investigaciones propias, periódicos tan distintos en todo como 'El Mundo' y 'El País', lo sabe cualquiera que se ha tomado diez minutos de su tiempo en repasar esas informaciones. Pero el Gobierno mira para otro lado, sin que exista otra explicación que la de que sabe de sobra que dejar a ETA sin representación política daría pié a que la banda llevara a cabo un atentado. Y un atentado sería un serio revés para las perspectivas electorales del PSOE.
El mismo partido de los socialistas fue el que hace unos meses decidió que esta campaña electoral que concluirá en las elecciones del 27 de mayo tendría como eje de su propaganda el relacionar al PP con casos de corrupción. Podrían haber calculado los dirigentes del PSOE que poner en marcha semejante maquinaria podría volverse en su contra, pero no lo hicieron. Tanto acusar a los populares de Mallorca de corrupción para que ahora descubramos que la de verdad, de verdad, se encontraba en Ibiza y tiene protagonistas en la dirección del PSOE. ¿El fiscal va a detener a sus implicados como en su momento a populares de Mallorca aunque inmediatamente tuviera que ponerlos en libertad?
Demasiadas preguntas, sobre Ibiza, sobre Batasuna, como para pretender que los españoles no busquen un refugio en la carretera y su apartamento de la playa, la casa familiar del pueblo. Las respuestas, dentro de cuatro días, cuando acabemos de contar a los muertos en carretera de este puente, cuando España regrese a su anormal normalidad.
Curri Valenzuela