Actualizado 05/09/2007 02:00

Esther Esteban.- Más que palabras.- Ahora toca España

MADRID 5 Sep. (OTR/PRESS) -

"Ahora toca España". Esta frase que podría ser perfectamente un eslogan electoral, es toda una declaración de intenciones del rumbo político que el PSOE piensa seguir si consigue que los españoles le den su confianza para que Zapatero continúe siendo el inquilino de la Moncloa. Se trataría, ni mas ni menos, que de recoger velas y frenar todo lo posible los efectos perversos que ha podido tener su matrimonio de conveniencia de esta legislatura con los nacionalistas, que no solo ha puesto contra las cuerdas al ejecutivo en sobradas ocasiones, sino que le han alejado de forma muy preocupante de un electorado que ha visto peligrar conceptos básicos del socialismo como el de la igualdad y la solidaridad.

La cuestión territorial, uno de los puntos débiles de este Gobierno que se ha visto desbordado por un Estatuto catalán -que según todos los indicios no obtendrá el veredicto del Tribunal Constitucional hasta pasadas las elecciones de marzo- ha provocado un indeseado efecto dominó que los socialistas están firmemente dispuestos a frenar. Claro que para ello necesitan no solo ganar las elecciones, sino hacerlo con una mayoría suficiente que no les haga depender de los nacionalistas y que estos al final tengan la sartén por el mango. Si las cosas les salen tal como ellos desean, veremos como el PSOE es capaz de darle la vuelta a su política territorial como un calcetín y lo hará con la misma naturalidad con la que ha cambiado su política antiterrorista apenas sin despeinarse y sin dar mas explicación a los ciudadanos que la prueba evidente de los hechos.

Aunque los socialistas de Ferraz no estén dispuestos a entonar el "mea culpa" son plenamente conscientes de que en este espinoso asunto se han cometido errores de bulto que han llenado de perplejidad y desconfianza incluso a sus votantes mas afines. Es verdad que Zapatero nunca ha dicho esa boutade de que habla catalán en la intimidad como hizo su antecesor, pero ha sido incapaz de contener la voracidad de las minorías nacionalistas, que además de conseguir suculentas tajadas no han desaprovechado ninguna ocasión para descalificarle con el argumento de que "no es un político de fiar".

El ultimo capítulo lo ha protagonizado el lehendakari Ibarretxe insistiendo en que convocará un referéndum de autodeterminación del País Vaso dentro de un año, incumpliendo su propia promesa de que solo haría tal consulta en ausencia de violencia cosa que no se ha producido. Si finalmente el lehendakari quiere llevar su desafío hasta el final convocando un referéndum ilegal, el Estado tiene la obligación de pararle los pies con todos los instrumentos legales a su alcance independientemente de quien sea el partido ganador en marzo. Si como dicen los socialistas "Ahora toca España" mas vale que empiecen aplicar la nueva receta de forma inmediata.

Esther Esteban

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