Actualizado 13/01/2007 01:00

Esther Esteban.- Más que palabras.- La marcha de la discordia

MADRID 13 Ene. (OTR/PRESS) -

A estas alturas de la semana he de reconocer que ya no se a que atenerme. Estoy harta, cansada, confundida, cabreada, desmoralizada y,por encima de todo , decepcionada con nuestra clase política, cosa que por otra parte es mi estado natural desde hace ya muchos meses. El motivo de tan deplorable estado de ánimo tiene mucho que ver con las miserias de todo tipo y condición que se han ventilado y han destilado las polémicas convocatorias de las manifestaciones contra el terrorismo.

Primero fue el lehendakari quien dando un pellizquito de monja al presidente de su partido, Josu Jon Imaz, hizo esa convocatoria apelando al diálogo ¿Con quién?, a la que torpemente se sumó el PSE, para depues desdecirse de lo dicho y afirmar que no ocuparía ningún espacio al lado de Batasuna una vez que el partido ilegalizado anunció alborozada y cínicamente que se uniría a la convocatoria porque compartía el lema. ¿Es que nadie pensó en que con ese lema los lacayos de los terroristas puedan hacer malvadas maravillas?. Posteriormente, el lehendakari tuvo que salir, con mucha desgana,a anunciar que se añadiria en el lema una frase exigiendo a ETA el fin de la violencia, con lo cual los socialistas vascos que primero se sumaron y después se descolgaron se volvieron a unir a la convocatoria, momento en el cual la confusión ya habia hecho su efecto en la ciudadnia.

Eso en Bilbao, pero en Madrid la cosa no ha sido menor. Primero UGT se niega a que en la pancarta figure la palabra libertad algo absolutamente kafkiano teniendo en cuenta que ese es un concepto esencial para un sindicato ¿O ya no, porque políticamente ahora no interesa remover algunas conciencias?. Debido a ello el líder de CC.OO hace un amago de no acudir a la marcha aunque lo haga su sindicato pero finalmente se desdice. La cosa se enreda y en el fragor de la bronca empiezan a descolgarse colectivos desde el Foro de Ermua -que llama "mamporrero del Gobierno" a la UGT- a la AVT, pasando por el PP. La negativa viene argumentada por la exclusión de la famosa palabra y.... en el ultimo momento el sindicato socialista -una vez que el PP se ha descolgado- decide incluir la palabra para demostrar que la argumentación de los populares eran simples excusas.

Todo ello con el aplauso del resto de los grupos politicos y sobre todo con la bendición del PSOE que no pierde ocasión de intentar situar a sus adversarios en la derecha extrema y añade un puntito mas, en su propósito de colocarlos en la soledad... . En medio de toda esta ceremonia de la confusión yo he dicho y mantengo que, por un lado, la convocatoria la debería haber hecho el Gobierno de España y no los sindicatos y, por otro, que el PP se ha equivocado no acudiendo a la manifestación, por mucho que hayan visto detrás de la convocatoria ¡y no le falta razón! oscuras maniobras para matar dos pajaros de un tiro: hacer casi imposible su asistencia y una vez pìcado el anzuelo acusarles de insolidaridad con las victimas. Hubiera sido mucho mejor desenmascarar tales maniobras, explicárselas a la opinión publica y haber convocado a sus militantes con el argumento de que las miserias partidistas de su principal adversario, no les iba a impedir estar al lado de las victimas: los ecuatorianos- que al fin y al cabo son los convocantes directos- y manifestar su repudio a ETA.

Sea como fuere el caso es que la política se ha convertido en un auténtico campo de minas donde nadie puede caminar seguro, sin temor a que le estalle una en los pies al menor descuido y sin saber muy bien quién la ha colocado. Aquí, nada es lo que parece y lo único que ha quedado claro de todo este despropósito es que finalmente unos actos que pretendcian repudiar a ETA y sus asesinos se ha convertido en la foto de una España rota y dividida frente al terrorismo. Si esto sigue así me borro.

Siento vergüenza ajena por el espectáculo y cuando llegue la hora de dar mi voto mereceran su justo castigo quienes desde uno u otro lado ideológico, desde el PP o el PSOE estan colaborando y propiciando el debilitamiento del Estado de Derecho y minando la fortaleza y la ilusion de esa gran mayoria de ciudadnos libres que odiamos el sectarismo de izquierda o de derechas. A mi personalmente todo esto me atufa y simceramente me siento muy huérfana ideológicamente. Nada es lo que parece y ninguno de los dos grandes partidos estan dando la talla. Tal vez es que vamos a un país de enanos ideológicos pero yo me niego a pensar que tenemos lo que nos merecemos. ¡Que depresión!

Contenido patrocinado

Foto del autor

Fernando Jáuregui

Sánchez, al fin, sale a la ofensiva, pero ¿qué ofensiva?

Foto del autor

Antonio Casado

Memoria de Rubalcaba

Foto del autor

Fermín Bocos

Annus horribilis

Foto del autor

Charo Zarzalejos

Castillo de naipes