Actualizado 15/03/2008 01:00

Fermín Bocos.- Doble moral.

MADRID 15 Mar. (OTR/PRESS) -

El escándalo que ha provocado la dimisión de Eliot Spitzer, gobernador Nueva York, ha dado la vuelta al mundo. Spitzer ,un dirigente muy destacado del Partido Demócrata se ha visto obligado a dimitir tras reconocer que había sido cliente de una red de prostitutas. La prensa descubrió la doblez de quien cuando era fiscal se hizo un nombre persiguiendo de manera implacable la prostitución -colocando, de paso, los pilares sobre los que después levantó su carrera política. Quiere decirse, pues, que estamos antes un caso de doble moral; una conducta nada infrecuente entre la clase política de uno y otro lado del Atlántico.

No dimite por putero -asunto de moral privada sobre el que ,en todo caso, debería opinar únicamente su familia -;no es la cuestión de fondo. En éste asunto, como digo, lo rechazable es que Spitzer, un político cercano a los Clinton y que se dejaba querer cuando le preguntaban por sus aspiraciones a la Casa Blanca, ha resultado ser un fariseo: un exhibicionista de la virtud de la que carecía. Un tipo, duro, implacable, con los demás y condescendiente hasta lo insospechado consigo mismo. Patético. No se le echará de menos.

Fermín Bocos.

Contenido patrocinado

Foto del autor

Francisco Muro de Iscar

Políticos, ¡convertíos!

Foto del autor

Fernando Jáuregui

La interesante 'doctrina Armengol'

Foto del autor

Victoria Lafora

Hoy se zurran, mañana pactan

Foto del autor

Carmen Tomás

30.000 millones de gasto en un mes