Fermín Bocos.- Las primarias

MADRID 14 Feb. (OTR/PRESS) -

Anunciando que van a plantear las elecciones municipales y autonómicas de mayo como si fueran unas primarias, Mariano Rajoy asume un riesgo calculado. Sabe que el voto municipal está más trabado en la actuación de los alcaldes que en la política general; que a la gente le motiva o indigna más el acabado o el retraso de las obras emprendidas en su ciudad que, pongo por caso, la opinión que pueda tener sobre la política antiterrorista o sobre el "Estatut".

Sabe también que Camps y Rita Barberá en Valencia o Ruiz Gallardón y Esperanza Aguirre en Madrid están fuertes y no tienen rivales electoralmente potentes. Otro tanto ocurre con las alcaldías de Málaga, Cádiz, Santander o Valladolid. Para el PP, conservar Madrid tiene algo de simbólico porque supone tener plantada una pica a las puertas de Flandes. En el caso del Ayuntamiento de la capital, el PSOE se lo ha puesto fácil al elegir como candidato a un ciudadano (Miguel Sebastián) que para los madrileños es un desconocido. En la batalla por la presidencia de la Comunidad a Esperanza Aguirre es la crisis de Izquierda Unida la que puede ayudarla a renovar mandato. Hablando de ventajas, qué duda cabe que las ausencias de Bono y Rodríguez Ibarra en las listas socialistas de Castilla la Mancha y Extremadura incrementa las posibilidades de Cospedal y Floriano, los candidatos populares. En este registro, Barreda que gobierna ya desde hace tres años en Toledo, lo tiene más fácil que su colega extremeño.

Quien por parte del PSOE puede dar la campanada en Canarias es Juan Fernando López Aguilar. Los socialistas -con Jerónimo Saavedra- gobernaron antaño en el Archipiélago, quizá ahora con el joven ex ministro de Justicia puedan volver al poder. Los casos de corrupción que salpican a dirigentes del PP y de Coalición Canaria, es probable que estén calando en la opinión de los ciudadanos, aunque en las islas la opinión pública esta muy ideologizada y esa circunstancia se torna un ancla de fidelidad a la hora del voto. Otro tanto puede ocurrir en Baleares. En fin, al presentar la cita con las urnas de mayo como unas "primarias", Rajoy parece haber calculado el riesgo. No es improbable que el PP avance algo en Andalucía y Extremadura, retenga Madrid, La Rioja, Comunidad Valenciana, Murcia, Baleares y Castilla León y con esos activos se prepare para las generales. Si el PSOE conserva Asturias, no pierde la gobernación coaligada de Cantabria, retienen los ayuntamientos de Barcelona y Sevilla y sigue gobernando en Mérida y en Toledo, Rodríguez Zapatero también podrá decir que su Gobierno no ha sido castigado por los electores. Y todos tan contentos.

Fermín Bocos.