Actualizado 26/04/2007 02:00

Fernando Jáuregui.- De aquellas Arenillas*vienen estos lodos

MADRID 26 Abr. (OTR/PRESS) -

Tremendo. Esto está siendo tremendo. Alguien tiene que haber salido en su momento a explicarlo. Tendría que haber salido Carlos Arenillas, el muy polémico vicepresidente de la CNMV -a quien han 'cazado' en una trampa menor, pero muy efectiva: una suculenta cuenta gastronómica-, o Solbes, o el propio Zapatero: todos tendrían que haber dicho algo, muchas cosas, ya. Y ese silencioso David Taguas, sucesor de Miguel Sebastián al frente de la oficina de planificación económica de La Moncloa, habría igualmente de alterar su vocación de clandestinidad, recordando que también él, hombre hermético y distante donde los haya, recibe su sueldo del contribuyente.

¿O es que el contribuyente no tiene derecho a que lo tranquilicen tras los graves síntomas de que el organismo que debería velar por la pureza de los mercados de valores en España, que ha de garantizar nuestras inversiones, tiene agujeros, manipulaciones, interferencias que llegan hasta el mismísimo palacio presidencial, como ha denunciado el aún presidente de la Comisión, Manuel Conthe?

Zapatero, a quien creo una persona de honradez acrisolada, tiene un defecto ya conocido: de los entresijos de la economía no entiende nada. Ya se ve que con aquellas dos tardes famosas de clases particulares no ha bastado. Se coloca el presidente en manos de la mentada Oficina más que en las del vicepresidente económico, Pedro Solbes, que por cierto menudo papelón que está jugando en este enredo: acabará saliendo escaldado, a este paso, porque esta crisis no es de las que duran un cuarto de hora, y la oposición ha encontrado dónde morder. La superasesoría económica monclovita está en el foco, porque no ha sido precisamente transparente, que no me atreveré yo a decir que haya habido irregularidades ahí precisamente.

Lo que está claro es que la irregular trayectoria de las opas sobre Endesa está provocando un impacto que puebla el ambiente de sospechas en todas las direcciones. Ocurrió con otros gobiernos. Y ZP no puede permitir el surgimiento de una 'beautiful people' como aquella capitaneada, recuerdan, por Mariano Rubio, luego gobernador del Banco de España, luego carne de banquillo. Que el vicepresidente de una Comisión teóricamente independiente como la CNMV sea el marido de una ministra -hoy también cuestionada por los ataques que sus planes para el Bachillerato reciben desde el PP_ no contribuye a esa tranquilidad que necesitamos. Todo lo que ha ocurrido, tampoco. Lo que entrevemos entre bastidores, menos.

Claro que mantener un marco de tranquilidad para fomentar la inversión nacional y extranjera, en estos tiempos de curvas en los mercados de valores, sobre todo a cuenta del sector inmobiliario, resulta ahora especialmente necesario y urgente. Y corremos el riesgo de que más de uno se lo piense dos veces al analizar un mercado donde hasta el órgano que debe regularlo está en tela de juicio.

Fernando Jáuregui

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