Actualizado 22/03/2010 13:00

Fernando Jáuregui.- La semana política que empieza.- Pese a todo, Rubalcaba tiene razón

MADRID 22 Mar. (OTR/PRESS) -

Es ETA o Rubalcaba. Así están las cosas y, en esta tesitura, me quedo, claro está, con Rubalcaba. Faltaría más. Cierto que en estos momentos le llueven las críticas -y son razonables_ porque la gendarmería francesa confundió bomberos con etarras y el Ministerio del Interior español no estuvo lo suficientemente al quite. Ha sido un pasaje ridículo, bochornoso, del que Internet dará cuenta implacablemente quizá para siempre, pese a las disculpas del ministro y a su reconocimiento de que "podríamos haber hecho las cosas mejor". No es frecuente este lenguaje entre nuestros nunca autocríticos políticos. Pero eso no borra la chapuza: franceses y españoles metieron la pata en su afán por acelerar una captura espectacular de los asesinos de un gendarme.

Ahora, la banda del terror lanzó este domingo un nuevo comunicado a través de su pasquín, cargando contra Rubalcaba. Está claro que Alfredo Pérez Rubalcaba se ha convertido en el peor enemigo de ETA. Y está claro que ETA trata, a la desesperada, de demostrar que no está moribunda, como pienso que acertadamente difunde Interior. Sí, ETA está más débil que nunca -parece, de tanto repetirlo, un lugar común, pero es la verdad, según todas las fuentes disponibles_ y sus advenedizos jefes y sus comandos desorganizados intentan desmentirlo con hechos. Hechos como la chapuza del robo de coches cerca de París, que derivó en el asesinato de un gendarme, o como la nueva campaña de extorsión a empresarios, que parece estarse saldando, menos mal, con un cierto grado de fracaso.

Un error, por muy clamoroso que sea, no significa que la estrategia de Interior esté constituyendo un fiasco. Al contrario, está siendo un éxito, porque todos los terroristas acaban cayendo y porque los nervios de la banda son patentes. Sobre todo, porque, a mí me parece, aunque otros lo duden, se está abriendo en el mundo filoetarra un debate que podría cuartear el entorno de ETA.

Cierto que, como el propio Rubalcaba reconoce, algunas cosas se podrían haber hecho mejor, y un medio oficial confunde a un etarra con un militante de Izquierda Unida, y luego la gendarmería clasifica a un grupo de bomberos catalanes como si de terroristas vascos se tratase. Pero eso no son sino meros accidentes en un camino prometedor.

Es comprensible la rabia de las autoridades francesas porque hayan matado a uno de los suyos, y es comprensible el deseo español de cooperar a la inmediata localización de los asesinos del gendarme galo, retribuyendo algo de la cooperación que Francia presta, tan generosamente, a la lucha antiterrorista española. Y que, como veremos esta semana en el encuentro de Zapatero con Sarkozy, seguirá prestando con la misma, si no mayor, dedicación. Pero no son nunca recomendables las prisas, ni, creo, necesita Rubalcaba demostrar a la opinión pública la eficacia de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad españoles.

Faltaría más que, a comunicado limpio -y son siempre demenciales esos comunicados, incluyendo este último--, esa pesadilla de los vascos y del resto de los españoles que se llama ETA fuese ahora a sembrar dudas sobre esa eficacia. Nos gustará más o menos la actuación de este Gobierno en otras materias -que en ciertos ámbitos la verdad es que a mí me gusta más bien poco--, pero, desde luego, hay que apostar por Rubalcaba, que continúa concitando el apoyo de una inmensísima mayoría de españoles, mucho antes que por las mentiras --porque ETA miente, conste-- que la banda difunde vía Gara. Y ellos lo saben: por eso este último comunicado aparecido esta mañana de domingo en el pasquín. Andan perdidos.

fjauregui@diariocritico.com

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