Actualizado 20/10/2009 14:00

Fernando Jáuregui.- Vuelven a moverle la silla a Mariano Rajoy.

MADRID 20 Oct. (OTR/PRESS) -

Son varias las fuentes que, en la sede central del PP en Génova, nos admiten a los periodistas que se detectan algunas nuevas 'maniobras subterráneas' contra Rajoy, a raíz de la presuntamente indecisa y 'blanda' gestión de éste en el 'caso Gürtel'. Así, da la impresión de que no hay solamente maniobras palpables contra el liderazgo de Francisco Camps al frente de la Generalitat valenciana: algunas voces en el PP, que ya mostraron su oposición al líder nacional tras las elecciones generales de marzo de 2008, vuelven a la carga, pronunciándose críticamente contra Rajoy, a quien acusan de 'falta de firmeza' a la hora de reaccionar en el 'caso Gürtel', un caso que ya empieza a pasarle una cierta factura en los sondeos, en los que él, de todas formas, nunca ha despegado personalmente.

Por criticarle, le critican hasta por no haber asistido a la manifestación contra la ley del aborto, el pasado sábado en Madrid. Un exponente de que algo se mueve podría ser, estiman 'marianistas' en conversación con quien suscribe, alguna columna publicada este domingo por un veterano periodista, muy respetado en las filas conservadoras, en un periódico de tirada nacional que se ha caracterizado varias veces por sus intentos de 'tumbar' a Rajoy. En ese artículo, que ha sentado como una bomba en la sede central del PP, se proclama la necesidad de que Rajoy convoque un congreso de su partido "para elegir nuevo líder".

En el citado texto se ofrecen tres nombres de posibles sucesores, los dos últimos bien extraños: Rodrigo Rato -que ya ha repetido que no quiere--, Alberto Ruiz Gallardón -que está en horas bajas y es más criticado que nunca, incluso por los suyos_ y* Eduardo Zaplana. Nada menos que el polémico ex presidente de la Generalitat Valenciana y enemigo consolidado de Camps, como todo el mundo sabe. Cierto es que, con la discreción que le caracteriza, Zaplana está estos días manteniendo activos contactos, especialmente con algunos medios informativos, pero nadie, ni en el PP ni fuera, puede pensar en él como relevo de Rajoy. Excepto, claro, quienes, desde quién sabe qué despachos, planean más operaciones 'de relevo'.

Curiosamente, en este 'ranking' de presuntos aspirantes a la sucesión ni se mencionaba otro nombre que, con razón o sin ella, ha circulado en las pasadas semanas como otro posible -que no probable_ delfín: el presidente de la Xunta gallega, Alberto Núñez Feijoo, quien, naturalmente, ha despachado los rumores y las especulaciones diciendo que él ya tiene bastante con gobernar la autonomía del noroeste.

Mientras, el presidente nacional del PP preparaba su actuación de este martes en el debate de los Presupuestos, donde sabe que va a tener muchas más miradas críticas que nunca, de dentro y de fuera de su partido. Y desmiente a "una radio" (la SER) por decir que desde Génova se prepara la sucesión de Camps; algo que, hasta donde se me alcanza, no está sucediendo, por la simple razón de que una caída del actual presidente de la Generalitat Valenciana pondría en riesgo la propia estabilidad de Rajoy, como parece que le dijo el primero al segundo en su célebre encuentro en el parador de Alarcón.

Vamos, que la cosa vuelve a estar movida en el interior del principal partido de la oposición, precisamente cuando eso, la oposición, es lo que más se necesita practicar, de manera razonable y razonada, en estos momentos de cierta zozobra.

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