Actualizado 20/03/2007 01:00

Isaías Lafuente.- Aznar se equivocó

MADRID 20 Mar. (OTR/PRESS) -

El diputado del Grupo Popular en el Congreso, Jaime Ignacio del Burgo, ha reconocido que "vistas las cosas con perspectiva", el ex presidente del Gobierno, José María Aznar, "se equivocó" cuando decidió sumarse al trío de las Azores en la foto infame que escenificó en inicio de la guerra de Irak. Del Burgo no pertenece precisamente al ala tibia de esta formación parlamentaria, por lo que sus palabras adquieren un significado especial. Acebes, que ya se encargó de tapar la boca a Josep Piqué cuando se le ocurrió poner alguna pega a la estrategia política de su partido respecto al estatuto de Cataluña, ha intentado minimizar la cosa recordando que este diputado es de Unión del Pueblo Navarro y no del Partido Popular -ten socios para esto- y que votó en su día en el Congreso a favor de la intervención en Irak. Votó, sin duda, pero parafraseando a Aznar, él "no podía ser tan listo" para saber entonces que le estaban engañando, que la intervención que apoyaba se estaba montando sobre la gran mentira de las armas de destrucción masiva.

No me cabe ninguna duda de que el diputado navarro ha verbalizado un pensamiento extendido en las filas del Partido Popular, una formación de hombres y mujeres de bien, demócratas, que no pueden escandalizarse con las cosas por las que se manifiestan y permanecer impasibles ante las imágenes de la sangría que cada día llegan de Irak.

Por mucho que Ángel Acebes y Gustavo de Arístegui se empeñen en descalificar las movilizaciones contra esta guerra ilegal y presentarlas como "trasnochadas y rancias", la cruel realidad se ocupa de desmontar el burdo intento de exorcismo. Los ciudadanos que se movilizan hoy no lo hacen para recordar una guerra de ayer sino para protestar por un conflicto vigente y creciente, en el que Aznar nos comprometió hipotecando su palabra. Una intervención que ha generado todos los problemas que pretendía combatir. Una guerra que cada semana provoca más muertes que los brutales atentados del 11M y cuyo balance global de victimas civiles no alcanzaría una ETA activa durante veinte siglos.

El problema es que cuando Jaime Ignacio del Burgo pone el dedo en la llaga de Aznar está tocando la fibra sensible de un gobierno en el que el actual trío dirigente del Partido Popular -Rajoy, Zaplana y Acebes- ocupaba el corazón del poder como vicepresidente, portavoz y ministro del Interior, respectivamente. Y si la guerra que ellos apoyaron sigue activa, su responsabilidad también. Al menos hasta que reconozcan el error, sin el tono cínico con el que lo hizo su jefe, y pidan perdón. Es lo menos que se puede pedir a quienes llevan meses exigiendo cada día responsabilidades sobre cosas que no han sucedido.

Isaías Lafuente.

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