MADRID 19 Dic. (OTR/PRESS) -
Es la previsión dominante en la política catalana, a pocos días de la votación en el Pleno del Parlament: CiU confía en PSC y PP para conseguir la elección de Artur Mas como presidente de la Generalitat, en la segunda votación y gracias a su abstención. Esta es la hipótesis con la que trabaja CiU después de que la presidenta del Parlament, que tomó posesión d e su cargo este jueves, haya concluido la preceptiva ronda de consultas con todas las fuerzas políticas, previa al debate de investidura y haya cumplido con la formalidad de encargar al líder de CiU que lo afronte.
Ni PSC ni PP han desvelado a Núria de Gispert el sentido de su voto en la segunda ronda, pero "todo apunta" que se repetirá el esquema de la triple alianza entre estas dos formaciones y CiU visualizada en la sesión de constitución del Parlament, una vez los partidos minoritarios, además, sí han oficializado su rechazo rotundo a apoyar a Artur Mas. La voluntad de mantener la imagen de centralidad entre las tres principales fuerzas políticas está en el ánimo de CiU, que espera verse correspondida por la "responsabilidad de PSC y PP que requiere un momento de dificultades objetivas como el actual". A la federación nacionalista le interesa, se pone de relieve La Vanguardia, pero a socialistas y a populares también. Al PSC, para comenzar a rehacerse de la debacle que le ha provocado su apuesta por el tripartito junto a ERC e ICV-EUiA, y al PP, para intentar salir de la marginalidad crónica en que está instalado en Cataluña desde hace años.
Nadie, a pesar de ello, quiere descubrir sus cartas antes de empezar la partida y todos esperan un "gesto" del candidato a la presidencia de la Generalitat que les permita poder argumentar su abstención en la segunda votación. "Confío en que será investido en segunda votación, es mi intuición después de recibir a los líderes de todos los partidos", declaró la presidenta del Parlament, quien este jueves convocó oficialmente el pleno de investidura para el lunes y el martes, y lo dejó todo previsto para celebrar la segunda votación el jueves. Lo hizo después de reunirse con Alicia Sánchez-Camacho y Joaquim Nadal y con el propio Artur Mas. Las cabezas visibles del PSC y del PP confirmaron su voto negativo en la primera votación, pero ante la segunda, dejaron abiertas todas las puertas, posiblemente a la espera de conocer el discurso del candidato Mas. Espíritu constructivo, voluntad de acuerdo en las grandes cuestiones de país, mano tendida... fue la terminología con la que dieron a entender que, salvo contratiempos inesperados de última hora, están dispuestos a conceder a CiU, al menos, el beneficio de la duda. Artur Mas tampoco quiere quemar las naves en la primera votación, de modo que en su discurso inicial defenderá los ejes centrales del que ha sido el programa electoral de CiU y, si acaso, con vistas a la segunda ya rebajará planteamientos. El líder de CiU, y presidente electo, dedicará el fin de semana, precisamente, a articular el discurso de investidura que estos últimos días le han ido preparando sus más estrechos colaboradores.
Según La Vanguardia, Josep Antoni Duran Lleida, mientras tanto, es el encargado de reclamar directamente a PSC y PP que faciliten la elección de Artur Mas. "El PSC ha reaccionado muy dignamente ante la derrota electoral y en sintonía hay que esperar que la facilite, y teóricamente habría que esperar lo mismo del PP, que siempre ha defendido que gobierne la lista más votada", argumenta en su semanal carta web, en la que señala que incluso a ERC le convendría "no quedarse en una posición numantina" en contra de la investidura. Sea con las abstenciones que sea, todo indica que la investidura saldrá adelante el día 23, lo que permitirá que la toma de posesión del nuevo presidente de la Generalitat pueda celebrarse el 27. Y, a partir de esta fecha, la composición del Govern se hará efectiva durante la última semana del año, de modo que pueda empezar a trabajar el 3 de enero. Un Govern que, según confirmó el máximo dirigente del socio democristiano, tendrá miembros independientes, y más de uno...