Actualizado 18/08/2010 14:00

José Cavero.- Casi todos, contra la subida de impuestos.

MADRID 18 Ago. (OTR/PRESS) -

¿Fue un globo sonda, un preanuncio de lo inevitable y preparación del terreno? Todavía discuten los analistas si el anuncio de José Blanco de que será inevitable subir los impuestos para tener mejores servicios obedecía a alguna de esas razones, y cuál en concreto. Blanco ha sido rebatido y replicado por quienes entienden que ya pagamos demasiados impuestos, que estamos perfectamente al nivel de los restantes países de la UE, y lo que sucede es que el Estado-Gobierno sigue teniendo necesidad de mayores ingresos para afrontar sus insoportables gastos.

Pero en medios próximos al Gobierno se insiste en que el Gobierno ultima una subida fiscal que plasme la promesa del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de subir los impuestos a quienes más tienen, aunque, a poco más de un mes de que se aprueben las novedades tributarias, el ministro de Fomento y número dos del PSOE, José Blanco, haya caldeado el ambiente con su "reflexión personal" sobre los tributos que se pagan en España. El planteamiento del ministro de elevar la carga fiscal para equipararla a la media europea ha desatado un alud de críticas en partidos, sindicatos y organizaciones de consumidores, incluso entre los partidarios de subir impuestos.

En particular, ha sido crítico el PP, que dice que Blanco suplanta a Salgado y que crea desconcierto. El secretario de Organización del Partido Popular interpretó como "un signo del desconcierto" del Gobierno el hecho de que sea Blanco y no la vicepresidenta y ministra de Economía, Elena Salgado, quien prepare el terreno para las subidas de impuestos. Para González Pons, los españoles "están ya muy hartos" de que les suban los impuestos, por lo que reclamó "un cambio de Gobierno". Izquierda Unida, partidaria de elevar la presión fiscal, acogió con recelo el mensaje de Blanco. Se trata de un "señuelo de verano para incautos", juzgó el portavoz parlamentario, Gaspar Llamazares, que recuerda unas declaraciones similares del ministro en agosto del año pasado sobre la conveniencia de subir los impuestos a las rentas más altas y que más tarde se tradujo en la subida del IVA y la desaparición del impuesto de patrimonio.

Los partidos clave para sacar adelante las cuentas del Estado tampoco vieron con buenos ojos la reflexión de Blanco. Una subida de impuestos en un contexto de fuertes restricciones del gasto podría llevar al país a una nueva recesión "muy importante", aseguró Pedro Azpiazu, responsable económico del PNV en el Congreso.. Un mensaje similar lanzó Josep Sánchez Llibre, diputado de CiU, que acusó al Ejecutivo de hacer política fiscal "a golpe de titular". CiU propone rebajas de cuotas empresariales a la Seguridad Social para dinamizar la economía. Más que subir o bajar impuestos, los inspectores de Hacienda reclaman que se aborden "las razones profundas por las que ha caído la recaudación", explica el portavoz de la Organización de Inspectores de Hacienda del Estado, Francisco de la Torre.

El sindicato de técnicos de Hacienda Gestha subraya que la presión fiscal sobre los trabajadores ya es alta y que el problema es la economía sumergida. También los sindicatos esbozaron su alternativa fiscal. UGT abogó por "una reconstrucción global" que recupere el impuesto de patrimonio, eleve el IRPF para las rentas más altas y grave más el capital. UGT aboga por una "reconstrucción global" del sistema tributario. CC OO reclama "un giro en la política fiscal que recupere el carácter progresivo y distribuidor". Para la organización de consumidores CECU, la presión fiscal ya ha aumentado bastante en los últimos años*.

Destaca El País que el único departamento que ha guardado un silencio sepulcral ante las palabras de Blanco divulgadas el domingo fue precisamente el que deberá ser artífice de estos cambios, el Ministerio de Economía y Hacienda, que rehusó comentar las palabras del ministro, que considera "muy bajos" los impuestos en España si se quieren "unos servicios públicos y unas infraestructuras de primera". En cualquier caso, si prospera la propuesta, en la que Hacienda trabaja desde hace meses -una subida moderada del IRPF en el último tramo de renta, el de los ingresos más elevados-, la respuesta del Gobierno coincidirá bastante con el mensaje que Blanco envió hace ahora un año. El esquema final se aprobará con los Presupuestos Generales de 2011, que se presentarán a finales de septiembre.

Y recuerda también El País que, pese a que son pocos los contribuyentes con ingresos altos, aportan un volumen nada despreciable de recursos. Casi el 40% del dinero ingresado en 2008 correspondió a ciudadanos con rentas superiores a los 60.000 euros, según datos de la Agencia Tributaria. Si se aíslan los que pueden corresponder más a la imprecisa definición de ricos -rentas por encima de 150.000 euros-, el volumen de recursos aportados se sitúa en el 15%.

Globo sonda o preanuncio semioficial, lo cierto es que José Blanco ha vuelto a actuar de portavoz de las intenciones del gobierno, más allá de lo que debieran decir Salgado o De la Vega...

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