MADRID 19 Jul. (OTR/PRESS) -
Pueden estar satisfechos los trabajadores del Metro de Madrid: del cinco por ciento de reducción de salarios que les anunció la dirección, han conseguido quedarse en sólo un uno por ciento de descuento, por las sucesivas cesiones del Gobierno de Esperanza Aguirre. Eso sí, con los costes añadidos de unos cuantos días de huelga y sin servicios mínimos que suponen expedientes abiertos a 900 trabajadores.
El principio de acuerdo llegaba este sábado contrarreloj, cuando a los trabajadores se les acababa el tiempo: de no llegar a un pacto, el próximo martes Metro habría procedido a aplicarles una bajada del 5% (100 euros al mes), al igual que a los trabajadores públicos (en lugar del 2,15% que inicialmente se preveía para los empleados de metro, unos 43 euros mensuales). Tras el principio de acuerdo de este sábado, la bajada se ha quedado en el 1%.
El conflicto empezó el pasado 28 de junio, cuando la Comunidad de Madrid aprobó el Proyecto de Ley de Medidas Urgentes, que incluye una reducción del 5% en las nóminas de todos los funcionarios y trabajadores de empresas públicas regionales. Los principales sindicatos de Metro (Conductores, CC OO, UGT, Solidaridad Obrera y Sindicato Libre) rechazaron la normativa, que suponía vulnerar su convenio colectivo, vigente hasta 2012.
El proyecto del Gobierno de Esperanza Aguirre, resultado de la aplicación de un decreto nacional, ampliaba la rebaja impuesta para los funcionarios a otros trabajadores que la norma estatal dejó fuera, ya que no incluyó empresas como Renfe o Adif, también del sector de transportes. En el caso de Metro, la Comunidad de Madrid añadió un apartado exclusivo para esta empresa, que permitía extraer las cantidades de distintas partidas de los gastos de personal para que la rebaja en los sueldos fuera menor. Los sindicatos no la aceptaron.
El mismo día 28 comenzó una semana de paros. Los días 29 y 30 el metro cerró y no prestó servicio. Y hubo cuatro jornadas más de huelga. Finalmente, tras dos semanas de negociación, el acuerdo alcanzado supone una reducción media de 20 euros mensuales en una nómina de 2.000 euros que, según Metro, es el sueldo medio de la plantilla, formada por 7.600 empleados. Se aplicará, con carácter retroactivo, desde la nómina de junio. La suma asciende a dos millones de euros, según estimaciones de la empresa. El acuerdo recoge además la posibilidad de seguir negociando para buscar "otras fórmulas alternativas" que permitan "la mejor aplicación o distribución de la reducción" del salario.
En esta sexta mesa de renegociaciones en que se obtuvo el principio de acuerdo, y tras seis horas de reunión, sindicatos y Metro llegaban a un principio de acuerdo. La bajada de sueldos del 1% ahorrará a la empresa dos millones de euros. Los otros seis millones se ahorrarán con en otras partidas de gastos de personal, como los gastos de viaje, de formación profesional, la reestructuración del transporte nocturno de personal, las horas extraordinarias y otras primas salariales. El pacto supone también la reducción de entre el 8% y 15% de las retribuciones salariales de los directivos.
El lunes, la asamblea de trabajadores debe aprobar el acuerdo. Entonces, habrán terminado los paros. Si, como se supone, la plantilla lo acepta, supondrá el fin de las protestas y la desconvocatoria de las jornadas de huelga previstas a partir del martes y las programadas en septiembre. El único sindicato que no firmó el acuerdo, Solidaridad Obrera (el cuarto en representación, con cinco de los 30 miembros del comité de huelga), considera que "el convenio colectivo se ha vulnerado", declaró Abraham Paliza, portavoz del sindicato. "Es un capricho de la Comunidad de Madrid y lo que quieren reducir es el chocolate del loro", aseguró. Habrá reducción de partidas, pero no del convenio, que es ley. Nos tachaban de insolidarios, pero nosotros no defendíamos un euro más o menos, sino la legalidad", apostilla.
El portavoz del comité aseguró ayer que no van a renunciar "a cualquier vía jurídica", tal como recoge el acuerdo firmado ayer. Con la rebaja de sueldos, la otra reivindicación que plantearon los trabajadores quedó fuera de la mesa de negociación. Son los expedientes abiertos a los trabajadores durante los dos días que no se respetaron los servicios mínimos, unos 900, según la empresa, y más de 2.000 según estimaciones del comité de huelga. Esos expedientes "siguen su curso en un proceso que será largo", señaló el gerente del Consorcio Regional de Transportes, José Manuel Pradillo, que ha sido uno de los interlocutores en la negociación por parte de la empresa.
En la Comunidad hay abundantes críticas a los negociadores de la dirección: para bajar un uno por ciento se ha llegado a una situación límite para los usuarios, y aún nadie les ha dedicado una mínima disculpa...