MADRID 11 Jun. (OTR/PRESS) -
Una vez que ya está decidido que la reforma laboral saldrá adelante sin acuerdo, tras el fracaso de los negociadores, el Ejecutivo se reunirá por separado con las partes para entregarles el texto del decreto que prevé aprobar la próxima semana. Según ha confirmado la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, el próximo encuentro, ya bilateral, tendrá lugar el viernes, después de que los responsables de patronal y sindicatos recibieran dos documentos con las propuestas principales del Ejecutivo. El Gobierno citará por separado a patronal y sindicatos para establecer una ronda de consultas -no negociación- sobre el decreto que lleva preparando desde hace varias semanas ante la evidencia de que el acuerdo resultaba complejo y difícil de conseguir, como efectivamente ha sido. Con ese texto de borrador en la mano, sindicatos y patronal expresarán su opinión a los representantes del Ministerio de Trabajo. Ante la probable falta de acuerdo, el Gobierno tendrá que aprobar la reforma por decreto y en este caso deberá buscar la mayoría en el parlamento. Sobre este punto, la vicepresidente segunda, Elena Salgado, ha adelantado que el Gobierno "intensificará" el diálogo con las fuerzas políticas para recabar su apoyo. se han buscado las razones del desacuerdo: según los distintos testimonios, las diferencias en los planteamientos, especialmente en lo referente al despido, frustraron las expectativas. Fuentes del Ministerio de Trabajo han constatado que "no ha habido margen para el acuerdo" entre las tres partes. Según el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, las causas para poder hacer un despido procedente y la cuantía de las indemnizaciones fueron las cuestiones principales por las que acabaron sin acuerdo.
Rotas las negociaciones entre los agentes sociales para pactar la reforma laboral y para evitar el decreto del Gobierno, los reproches de patronal y sindicatos no se han hecho esperar. CCOO responsabiliza a la CEOE del fracaso por querer "aprovechar la coyuntura de crisis para conseguir sus antiguas aspiraciones", las cuales pasan por un despido más barato y por una mayor discrecionalidad de las empresas en la toma de decisiones. Según el portavoz de CCOO la pretensión de la parte empresarial es "abrir el abanico" de las causas objetivas, pero también aligerar los procedimientos para que haya "una menor tutela judicial" a la hora de justificar las causas de un despido procedente.
Por su parte, el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, ha lamentado que los sindicatos "no quieran ver la realidad" y no hayan estado de acuerdo en aprobar una reforma laboral "profunda" como están "clamando" todas los organismos internacionales. En declaraciones a Onda Cero, el líder de la patronal ha explicado que las causas para poder hacer un despido procedente y la cuantía de las indemnizaciones han sido las cuestiones principales por las que las negociaciones de la reforma laboral han acabado sin acuerdo. "Esto se ha acabado", ha asegurado el presidente de la patronal, quien ha considerado que ya no son necesarias más reuniones tripartitas, y por eso el Gobierno mañana presentará por separado a los empresarios y a los sindicatos un documento con los principales aspectos de la reforma que aprobará el miércoles por decreto. Díaz Ferrán ha insistido en que esta reforma tiene que mejorar la especificación de las causas del despido procedente -una de las cuestiones que los sindicatos no han aceptado-, y en su opinión se debería permitir este tipo de rescisión de contrato en tres casos: pérdidas de la empresa demostrables, rebaja de ventas y falta de liquidez. El máximo responsable de la patronal ha expresado su confianza en que ahora el Gobierno, en su propuesta de reforma, "esté a la altura de las circunstancias que necesita la economía del país y que exigen los mercados".
¿Aproximarán posiciones la patronal y los sindicatos cuando vean el borrador del decreto del Gobierno, o se agudizarán las posiciones encontradas? El Gobierno se ve ahora en la necesidad de dar satisfacción no sólo a patronos y sindicatos, sino también a las fuerzas políticas, para obtener una mayoría suficiente para su aprobación en el Congreso.