Actualizado 22/12/2007 01:00

José Cavero.- Un final apoteósico

MADRID 22 Dic. (OTR/PRESS) -

La política debiera cerrar sus puertas "hasta el año que viene", una vez desarrollado el importante y trascendente pleno del Congreso de este jueves, en el que se produjeron tantos y tan variados acontecimientos: Manuel Marín y otros cuantos diputados, se despidieron de su escaño y de la política al mismo tiempo. Zapatero, finalmente, anunciaba que el 9 de marzo se desarrollarán las elecciones generales.

Pedro Solbes, finalmente, sacó adelante unos presupuestos que le han costado más cesiones y compromisos que ningún otro anterior; el PSOE sacó adelante el canon digital, contra el viento y la marea de muchas otras opiniones que ven en la Sociedad de Autores una segunda y creciente administración tributaria demasiado poderosa; Mariano Rajoy lanza su propio vídeo, en el que relata su infancia, juventud y trayectoria no política...

Y, por si fuera poco, el espacio Schengen, o sea, la Unión Europea sin fronteras, crece: veinticuatro países de la Unión ya son franqueables sin tener que mostrar el pasaporte. Todo a la vez, en este fin de año de atascos grandiosos, de compras y celebraciones gastronómicas de navidad y año viejo...

Demasiados acontecimientos se han agolpado, en efecto, para estas fechas finales de final de curso político. Los políticos se dan ahora unos días de asueto, como los restantes ciudadanos, antes de regresar a sus tribunas de cada día, excluido el Parlamento, para terminar una campaña electoral interminable, pero que ya tiene, formalmente, una fecha final con urnas y escrutinios. Y con el correspondiente relevo en las Cámaras legislativas, e incluso con un eventual o hipotético cambio de gobierno. Todo eso queda para el 9 de marzo y días siguientes, una vez que cada partido haya celebrado su formidable éxito en las urnas...

Las vacaciones navideñas, por lo demás, se aproximan con tres preocupaciones esenciales para nuestra propia seguridad y la de "los nuestros". Primera preocupación, el terrorismo. Segunda, el tráfico. Y tercera, al seguridad en la calle y hasta en el hogar. Sobre la primera de esas preocupaciones, bastará la reproducción de la frase del secretario de Estado Antonio Camacho acerca de la banda terrorista y su momento: ETA es hoy como un animal herido, sin duda más fácil de rematar, pero con reacciones todavía más peligrosas. Acerca de la segunda preocupación, los muertos en carretera, terminaremos un año con menos muertos, pero con muchísimos más de los deseables, todavía. La sangría debe decrecer de manera sustancial. Y la tercera preocupación, la seguridad personal, tiene en la figura bien conocida de José Luis Moreno una demostración bien apreciable de lo que puede suceder a cualquier ciudadano: pueden ser albanokosovares u otros delincuentes son cualquier patria o sin ninguna. Pero parece evidente que nadie puede suponerse plenamente seguro...

José Cavero.

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