Actualizado 19/02/2008 01:00

José Cavero.- Kosovo en la campaña electoral

MADRID 19 Feb. (OTR/PRESS) -

Con bastante probabilidad, el asunto Kosovo, la independencia de este territorio ex yugoslavo, no figuraba en los programas de los partidos políticos para la presente campaña electoral. Pero no tendrán más remedio que abrirle un hueco y dedicarle algunas atenciones, aunque sean tímidas y escasas. El asunto venía anunciándose, y cayó, finalmente, en la precampaña. Lo había vaticinado, sobre todo, George Bush en una desventurada visita que realizó hace algunos meses a la vieja Europa, y en la que anunció este nacimiento de una nueva nación en el seno de la muy deprimida Europa de los Balcanes. El anuncio de Bush, que encrespó a Rusia, causó también desazón en otras cancillerías europeas, que prefirieron asumir y callar. Es el caso español, que prefiere no intervenir, salvo lo imprescindible, una vez que los grandes líderes de la UE, los de Gran Bretaña, Reino Unido, Alemania e Italia, inmediatamente han aceptado la aprobación norteamericana, pese al enfado ruso. España, con otro bloque de países, no ve bien la nueva situación, pero sabe que no tiene otro remedio que discrepar "levemente" y callar. En unos pocos meses, Kosovo será república independiente "con todas las de la ley", y que habrá merecido la aprobación de buena parte de los 190 países integrados en las Naciones Unidas..., entre ellos los que ahora disienten.

La disidencia y discrepancia de nuestro país tiene una razón bien clara y evidente. El precedente que Kosovo significa como nuevo Estado en el seno de la Unión Europea. La campaña electoral se ha visto apenas sorprendida por la nota feliz que ha leído la portavoz del gobierno autónomo vasco, que ha recordado que la decisión del parlamento kosovar sí tiene cabida y llegará a tener la aprobación pro los restantes estados de la Unión Europea, por más que inicialmente alguno de ellos discrepe. ¿Será materia electoral? Es más probable que se pase como sobre ascuas por asunto en delicado, espinoso y vidrioso. A nadie le interesa la cuestión ni el debate. A lo sumo, invitarán a los ciudadanos a mirar al futuro y a esperar...

Mientras tanto, Zapatero se declara "patriota de verdad". Y Rajoy no tiene inconveniente, como el propio Zapatero,. En avanzar ya las que serán sus primeras decisiones cuando uno y otro gobiernen: Zapatero convocará a patronales y sindicatos para un nuevo pacto social; Rajoy, que asegura que tendrá un gobierno con los mejores, y que después de dialogar con los socialistas, llamará a las restantes fuerzas sociales con las que comparte modelo social. A causa de ese empate virtual de los dos grandes partidos, los nacionalistas catalanes y vascos se crecen y ponen condiciones a su integración o apoyo "a quien sea": CiU quiere que el elegido apoye la lista más votada para gobernar en Cataluña, en unas elecciones autonómicas, para que no se repita lo que ahora sucede, que la coalición de PSC, ERC y IVC, deja al margen a CiU... Los convergentes también quienes, claro, más dinero para las infraestructuras catalanas. En cuando al PNV vuelve al Plan Ibarretxe, que quiere resucitar como moneda de cambio para avanzar en el autogobierno de la comunidad.

José Cavero.

Contenido patrocinado

Foto del autor

Francisco Muro de Iscar

Políticos, ¡convertíos!

Foto del autor

Fernando Jáuregui

La interesante 'doctrina Armengol'

Foto del autor

Victoria Lafora

Hoy se zurran, mañana pactan

Foto del autor

Carmen Tomás

30.000 millones de gasto en un mes