Actualizado 17/11/2007 01:00

José Cavero.- Marín, retirada por iniciativa propia

MADRID 17 Nov. (OTR/PRESS) -

El presidente del Congreso anunció formalmente este jueves, tras comunicarlo previamente al Rey y al Jefe del gobierno, que da fin a treinta años de vida pública, y se va al otro combate, el del cambio climático. De manera que, de antemano, o por anticipado, tenemos ya una primera criba de las que suelen propiciar todas las elecciones, unas veces por decisión del partido, que no coloca a determinados nombres en sus listas, y otras veces se ven apartados por la pérdida del escaño por el que compitieron. En el caso de Marín no sucede nada de eso: se marcha antes de que las elecciones de marzo sean convocadas, antes incluso de que se conozca "oficialmente" que se desarrollarán el 9 de marzo...

¿Por qué se va Marín?. Hay algunas especulaciones o razones explicadas en los diarios de este viernes, y de manera bastante coincidente. Primero, se va del Congreso, como diputado, porque quiere terminar con esas tres décadas de vida política, que no son pocos. Y se va con excelente cartel, en el Congreso y en sus anteriores tareas, particularmente en su esfuerzo por hacer que España ingresara en la Unión Europea. Marín, con el ex ministro Morán, dio una singular y admirable batalla con el final feliz que todos conocemos y del que todos nos hemos beneficiado. Luego, otras competencias en Europa, y el regreso a la política interna en el Congreso, en una legislatura dura, áspera, desapacible, como la política misma de estos tres últimos años, a partir del 11 y del 14 de marzo del año 2004.

El Congreso ha sido punto de fricción o de combate permanente entre PP y PSOE y con los nacionalistas "encrespados". Marín tuvo que esforzarse por resultar neutral "en medio de la tormenta", pero sin dejarse avasallar, ni por Martínez Pujalte ni por el nacionalista Joan Tardá, dos personajes que posiblemente no guardarán el mejor recuerdo del presidente que se va.

Pero, junto a su propia iniciativa por irse, se produjo hace unos meses un episodio que posiblemente ha forzado su marcha: cuando se filtró la noticia de que, si el PSOE ganaba las elecciones, José Bono sería el siguiente presidente del Congreso. Parecía una promesa de Zapatero a su exministro, y por ello Marín ha pasado a ser uno más de las "víctima de Zapatero", con el catalán Maragall, el gallego Vázquez, el madrileño Simancas, el navarro Puras, el valenciano Pla, el extremeño Ibarra, todos ex líderes regionales del PSOE que, muy generalmente por su propia incompetencia, dejaron paso a su sucesor tras unos cuantos años de derrotas locales.

Por lo demás, Marín se va cuando y como quiere, y a la tarea que él mismo ha elegido: la defensa de medidas para paliar el cambio climático. A Marín siempre le gustaron tareas heroicas: hacer que España ingresara en la UE, reformar el reglamento del Congreso, detener el cambio climático... Buena suerte en su nueva tarea, don Manuel.

José Cavero.

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