Actualizado 21/09/2009 14:00

José Cavero.- Mitines-Arengas de Zapatero y Rajoy

MADRID 21 Sep. (OTR/PRESS) -

Los dos principales dirigentes de PSOE y PP aprovecharon este fin de semana, el primero, y el pasado lunes, el segundo, para dirigirse a sus correspondientes "barones", el primero en el Comité Federal, que reúne a sus 250 miembros, y el segundo en la Junta Directiva, que reunió a unas 300 personas. Hay varias coincidencias en ambas reuniones: el apoyo que cada grupo dio a su líder, las escasas autocríticas que se produjeron en las dos reuniones, y el propósito de cada uno de continuar en la tarea, sin mayores modificaciones, absolutamente convencidos, unos y otros, de que van en la mejor dirección. Zapatero no tiene duda de que ejecuta una misión redentora de los pobres y necesitados, y Rajoy tampoco duda un segundo de que obtendrá el palacete de la Moncloa gracias, sobre todo, a "la pertinacia en el error" de su contrincante político. Cada líder y sus "acólitos" recibieron aplausos y plácemes, sobre todo Zapatero, cuya política en la última quincena había cosechado algunas presuntas desavenencias internas. En el Comité Federal socialista no se expresó ninguna, y la imagen de "la piña" se hizo perfectamente visible. En la Junta directiva popular tampoco se escuchó crítica alguna: si acaso, la necesidad de insistir en todo lo que pueda desgastar y desautorizar al presidente del Gobierno. Desde luego, ni el menor propósito de dar ayudas al Gobierno en un momento de salida de la crisis. Como bien señaló el portavoz económico, Cristóbal Montoro, "ninguna oposición llegó al Gobierno ofreciendo sangre, sudor y lágrimas". Al revés: el PP promete cada día un panorama muchísimo más halagüeño, sin deuda ni parados.

Por supuesto, cada uno de los dos grandes líderes cuenta "con los suyos" y sabe que tiene garantizada su cuota de apoyos. ¿Se desgasta Zapatero pidiendo el esfuerzo colectivo y ofreciéndole impuestos más elevados? A lo sumo, lo que sus fieles le reclaman es que haga más pedagogía, que explique más el porqué y para qué. Algunos analistas han querido ver en el discurso de Zapatero, precisamente, una cierta radicalización de posiciones: Hemos sabido decir no a los poderosos, no cederé ante ellos, hay sectores empresariales de cartón piedra, proclamó Zapatero, en medio de fuertes aplausos. En cuanto a Rajoy, tuvo este sábado otro día de exhibición por razón de la presentación de Alicia Sánchez Camacho como candidata a la presidencia de la autonomía catalana. Señala La Vanguardia que "Rajoy inicia su nueva apuesta catalana", y también revela que los distintos frentes de oposición al Gobierno -menciona al PP, la CEOE, la Iglesia-, comienzan a comunicarse entre sí "para intentar aislar al presidente", e insiste en que la crisis económica, los empresarios, la Iglesia y grupos de comunicación, entre los que incluso se menciona al editor de El País, contribuyen a la campaña de acoso. Por cierto, y hablando de Prisa, asegura El Mundo que Juan Luis Cebrián habría dicho, ante testigos, y en plena ofensiva para impedir la autorización de la TDT de pago: "Yo controlo el Consejo de Estado". Y que el consejero delegado de Prisa ha dado instrucciones para endurecer la línea contra el presidente. De ahí precisamente su análisis de este domingo, trasladado a sus grandes titulares, de que "Zapatero radicaliza el discurso".

JOSE CAVERO

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