Actualizado 26/10/2007 02:00

José Cavero.- Los Presupuestos de 2008 avanzan

MADRID 26 Oct. (OTR/PRESS) -

Ahora, el proyecto de Presupuestos pasa a la correspondiente comisión del Congreso, y de nuevo, el debate de enmiendas, antes de pasar al Senado, donde con bastante probabilidad, y si se repiten partidarios y contrarios, el PP y Convergentes unidos conseguirán derrotar los grandes números de Solbes y Zapatero. Pero será en vano, porque nuevamente el pleno del Congreso invalidará la opinión de la Cámara boba o alta, y dará la razón a esos números "electoralistas". Pero habrán servido para que Rajoy efectuara uno de sus discursos más severos contra el vicepresidente al que siempre había respetado. Pero a la hora de ejercer la política, no hay amistades ni respetos... Ni siquiera al vicepresidente que acababa de conocer la noticia de la muerte de su hermano pequeño.

¿Los Presupuestos resuelven algo? Muchísimas cosas, indudablemente. No todas las que los ciudadanos querrían, porque tienen límites. En principio, y sobre el papel, los Presupuestos cuentan con las aportaciones de todos los ciudadanos con posibilidades de hacer aportes, y benefician, sobre todo, a los ciudadanos, en particular a los más necesitados. A ellos mismos y a sus necesidades más perentorias: la vivienda, la salud, a los ciudadanos dependientes... Los Presupuestos son muy amplios, aunque una parte ya muy sustancial de los impuestos los gestionan las otras administraciones, comunidades autónomas o ayuntamientos.

El municipio de Madrid va a recaudar en 2008 unos 50 millones de euros más que en el año anterior en concepto de multas de tráfico, por causa de una mejor gestión de estas sanciones. ¿Dónde los destinará? Posiblemente a reducir la cuantiosísima deuda acumulada en las obras de la M-30. De igual manera sucede con los números de Solbes: supone el vicepresidente que el año que viene seguirá disponiendo de los crecientes ingresos que supone el IVA, como efecto de la buena marcha económica de los últimos años, pero las incertidumbres económicas y financieras podrían jugarle una mala pasada.

Solbes se juega su prestigio a la hora de hacer pronósticos y de determinar su cuadro macroeconómico en este momento en el que no se sabe si estamos en crisis económica, y si tal crisis será larga o corta, o será profunda o superficial. Solbes tiene experiencia para suponer o imaginar por dónde van los vientos económicos, pero no dispone de la bola de cristal de la futura verdad absoluta. Y en ese punto se ceban sus adversarios: en que sus pronósticos pueden verse destrozados por una cruel realidad que en ocasiones pudiera parecer que desean, haciendo uso del lema "cuando peor, mejor". Avanzan los Presupuestos, con abundantes y variados adversarios. Incluso están en ese equipo contrario los votos de los convergentes catalanes y de Esquerra, a quienes se suponía satisfechos por las abundantes aportaciones que el Estado se propone hacer a las infraestructuras catalanes. De nuevo se comprueba que la voracidad nacionalista es infinita y nunca se ve saciada ni satisfecha.

José Cavero

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