José Cavero.- El primer año del estatut

MADRID 10 Ago. (OTR/PRESS) -

El primer cumpleaños del Estatuto de autonomía catalán ha coincidido con la serie interminable de desgracias ante las cuales los partidos catalanes no cesan de quejarse. Como si Barcelona fuera la única provincia española necesitada de mayor gasto en infraestructuras, mayores dotaciones de servicios públicos, mayor atención del Gobierno central. Eso sí, se han dado unas lamentables coincidencias, y hasta las lluvias han cooperado a dar una visión empeorada de los inconvenientes originados por fallos en el servicio eléctrico de unos cuantos miles de usuarios, por los trenes de cercanías, o por el retraso en los vuelos que salen de El Prat. A partir de ahí, toda Cataluña parecería haberse levantado contra un Estado que defrauda a la ciudadanía, sin recordar que hay poderes municipales y sobre todo autonómicos que tienen muy repartidas las funciones y tareas que ahora han fallado. Pero es más fácil que incluso esos poderes intermedios clamen "a Madrid", presunto poseedor de todos los recursos y culpable de todos los desmadres. Un diario ha titulado su portada de este jueves con muy grandes caracteres "Santa Paciencia"...

Lo cierto es que el primer cumpleaños del Estatuto difícilmente se puede recordar como acontecimiento a festejar. La ambigüedad de que se deba o no cumplir su contenido mientras aún permanece en el trámite del Tribunal Constitucional ha forzado a que el despliegue normativo sea aún discreto, y que el cumpleaños haya llegado sin resolver problemas reales del ciudadano y sin concretar traspasos parece que de la mayor urgencia. Eso sí, todos señalan, como lo hace el conseller Joan Saura, que resulta imprescindible que Cataluña tenga más y mejores competencias y más recursos para mejorar las infraestructuras o los trenes. No se sabe bien la causa de que el Estatut prolongue tanto su permanencia en manos del Tribunal Constitucional, y esa incertidumbre sobre lo que diga finalmente el TC añade unos grados más de impaciencia y de incomodidad. ¿Se retrasa porque hay aspectos a revisar, porque están siendo revisados los recursos de inconstitucionalidad presentados a este Estatuto y no presentados a otros Estatutos que sostenían exactamente lo mismo? Lo cierto es que los siete recursos planteados sobre el Estatuto de Cataluña siguen en fase de deliberación, y que parece que lo cierto es que da la impresión de que el TC no parece tener prisa en hacer pública su opinión, pero tampoco se apresuran quienes podrían ya poner en marcha algunas novedades relevantes del texto. Entre tanto, rece la impresión de abandono y desamparo, a la que contribuyen con entusiasmo bien apreciable la mayor parte de los partidos y algunos medios informativos...

José Cavero.