José Cavero.- El primer balance de la legislatura

MADRID 8 Dic. (OTR/PRESS) -

La Legislatura no ha concluido, pero ya hay bastantes indicios de que camina por sus "salones de los pasos finales". El acto de este vigésimo noveno aniversario del la Constitución vigente, desarrollado con más pena y dolor que satisfacción y felicidad por culpa del atentado etarra que mató a dos guardias civiles, ha sido la demostración más palpable de ese final ya en marcha de la legislatura que termina. Y por si faltara algo, el discurso de despedida de Manuel Marín, ya desde "el más allá" al que se supone que ha llegado tras declarar que se encuentra "fuera de este mundo", expulsado por los rumores que le han señalado sucesor en el cargo a José Bono, en el supuesto de que los socialistas revaliden su victoria electoral el 9 de marzo. De manera que, en ese estado feliz de estar ya "por encima del bien y del mal", Marín ha sentenciado y deseado que las cosas cambien sustancialmente en los años venideros, al proclamar sus mejores augurios: No se puede repetir una legislatura tan dura y tan ruda como la que hemos tenido. Decididamente, Marín, que ha sido protagonista de los debates de la Cámara y de sus peleas visibles y ocultar, no querría que su sucesor se las tenga que ver con otro espectáculo parecido en los cuatro años siguientes, tras las elecciones de marzo.

Dura y ruda legislatura, qué duda cabe. La desunión y el enfrentamiento permanente que ejercieron socialistas contra populares y viceversa hizo imprescindible un presidente del Congreso que mediara, que separara a los contendientes enzarzados muy a menudo, y no sólo dialécticamente, en los vericuetos del Reglamento, empleado para producirse derrotas los unos a los otros. No ha sido modélica la legislatura en sus formas, modos y modales, ni mucho menos, aunque habrá otros balances y resúmenes mucho más favorables, como el que ya también ha anticipado el dirigente de IU, Gaspar Llamazares, en otra frase ya también memorable, es decir, digna de ser tenida en la memoria: Ha sido una legislatura desestabilizada, pero no perdida, porque ha habido grandes avances. Llamazares quiere entrar más en el fondo y menos en las formas, al contrario que hace Marín.. Llamazares, con toda probabilidad se refiere a leyes como la de la Igualdad, la Dependencia y otras cuantas de las que quedará buena memoria para el futuro, y por más que la legislatura haya resultado ruda y dura en los discursos, debates, incluso en las relaciones personales de los diputados del PP o del PSOE.

Como vemos, empieza el tiempo de los balances de la Legislatura, y ya tenemos los dos primeros, uno en las formas y otro sobre el fondo y sus logros. No tienen por qué ser coincidentes ambas visiones, ni mucho menos. Martín y Llamazares apenas han hecho un primer avance de sus opiniones, que tendrán oportunidad de completar con mayor detenimiento.

José Cavero.