MADRID 15 May. (OTR/PRESS) -
Esa parece ser la pregunta que se ha planteado el Gobierno, y ante la que se debaten sus máximos responsables. Sin duda, la solución ideal, que llegó a plantearse y acariciarse, era que los abertzales de izquierda se acomodaran a las exigencias de la ley, y renunciaran a la violencia como procedimiento para 'jugar' en la política. Eso hubiera significado, además, la ruptura con la banda terrorista ETA, 'el primo protector', y la referencia de este mundo independentista desde hace casi cuarenta años.
Todo permite asegurar que la banda y sus mandos no están por la labor, y que, a lo sumo, si están decididos a irse 'desmilitarizando' y trasladando a la sociedad civil, lo harán al ritmo que ellos mismos marquen, y con las condiciones y exigencias que obtengan. De modo que, mientras tanto, seguimos caminando en esa vía brumosa y confusa: No renuncio a la banda y sus postulados, incluso reactivo la kale borroka de vez en cuando para que se tenga en cuenta mi auténtico poder en la calle, aunque haga avances en un cierto reconocimiento del estado de Derecho en el que juego y del que pretendo beneficiarme. Cobijarme en las siglas de la histórica ANV puede permitirme percibir subvenciones del Estado por partido y por voto conseguido.
No es menos cierto que sobre Batasuna-ANV pende una espada de Damocles, llamada ilegalización. La recordaba este fin de semana el fiscal general, y ante ella ha vuelto a hacer ostentación de poderío y chulería el proetarra Pernando Barrera, al reclamar el voto de todo el mundo abertzale para esa sigla "resucitada" e invadida por los batasunos, por más que Conde-Pumpido advirtiera de que semejante actitud podría desencadenar la ilegalización. Pero es que sucede que, al mismo tiempo, la Fiscalía no ve pruebas para ilegalizar ANV, pues los miembros de Batasuna mantienen íntegro el derecho al voto. Para promover la ilegalización de ANV tendría que ser suplantada su dirección pro Batasuna, según la Fiscalía. O sea, se está produciendo un caso idéntico al del grupo parlamentario proetarra PCTV: todos suponemos que Batasuna está en su seno, tiene a un grupo de sus fieles en su nómina, determina su estrategia y su política... pero 'las nekanes' existen y se supone que son autónomas y no dependientes del mando armado de la banda.
Y, por si fuera poco, se tiene otra sospecha: que poco a poco pudiera suceder que la banda mantenga esta delicadísima situación de tregua, sólo interrumpida en la terminal 4 de Barajas y con sus dos asesinatos. Pero tal vez se esté afianzando el propósito de que las armas no vuelvan a funcionar, ni siquiera las bombas... "si el Gobierno se comporta bien". En medio de esa bruma y de esa incertidumbre e indefinición podríamos estar sobreviviendo.
José Cavero