José Cavero.- Rajoy tiene política económica.

MADRID 26 Jun. (OTR/PRESS) -

Reiteradamente, desde el PSOE se ha insistido en que Rajoy lo critica todo, pero no ofrece alternativas a nada. La más reciente crítica en ese sentido se la dirigió Rodríguez Zapatero en el debate del Congreso del pasado martes, cuando el líder de la oposición hizo una "enmienda a la totalidad" al semestre comunitario de presidencia española, que a Zapatero le parecía abundante en éxitos y logros. Pues bien, este viernes, el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, presentaba su alternativa a la política económica del Gobierno en un desayuno informativo al que acudieron muchos empresarios, sobre todo del sector de la construcción, aunque se han dejado notar las ausencias del presidente de los dos principales bancos, el Santander y el BBVA. Rajoy expuso las ocho áreas que, en su opinión, España necesita reformar.

De ellas destacan las propuesta de introducir en la Constitución el control del déficit público y de reformar la Ley de Cajas para "facilitar la captación de capital en los mercados, y separar la gestión bancaria de la fundacional", es decir, abrir las entidades al capital privado y desligar el servicio social que ofrecen. El líder de la oposición recordaba que Alemania ya limitó el año pasado en su Constitución el déficit a un 0,35 por ciento del PIB a partir de 2016 salvo en casos de catástrofe natural o recesión, y que también Sarkozy se ha mostrado favorable a esta idea. Para Rajoy regular el sistema financiero y el control del gasto público son sólo el principio de las reformas que necesita España.

Rajoy comenzó por la Educación y ha prometido impulsar "un sistema integral que recupere valores como la disciplina y la excelencia, con el castellano como lengua vehicular en toda España" y con la libertad de elección de los padres como eje. En materia impositiva, se mostró partidario de bajarlos "para garantizar la recaudación" y ha asegurado que "crear nuevas figuras o subir otras, como la que grava el ahorro, son medidas peligrosas". En cuanto a la reforma laboral, aseguró que el decreto-ley aprobado por el Gobierno no cambia el mercado de trabajo y ha abogado por desligar la negociación colectiva de los sectores y condicionarla a cada una de las empresas, una idea que ya había expresado su portavoz económico, Cristóbal Montoro. Otra novedad es la propuesta de reconocer como derecho de los trabajadores la formación continua, para lo que habría que crear "una cuenta de formación asociada a la afiliación a la Seguridad Social que contribuya a personalizar los itinerarios formativos".

Rajoy ha exigido una reforma del sistema energético que se centre en conseguir "seguridad, eficiencia y sostenibilidad" para luego acusar al Gobierno del PSOE de haberse dedicado los últimos seis años a la "propaganda". El PP aboga por "un mix energético que atienda al precio para no mermar la competitividad de las empresas y el poder adquisitivo de las familias". El último conjunto de medidas propuestas por Rajoy ante los empresarios pide reformar a fondo las administraciones públicas para evitar que "una selva de normas frene el dinamismo" de la economía. "La administración necesita una cura de adelgazamiento para reducir también el gasto y evitar duplicidades", ha asegurado Rajoy, que ha citado el Ministerio de Vivienda como ejemplo. "Si todos hacen de todo, no se usan bien los recursos", ha concluido.

En la misma comparecencia, Rajoy se refirió también a la posibilidad de un gobierno de coalición, una idea que su vicesecretario de Política Local y Regional del PP, Javier Arenas, expone en una entrevista en ABC que el diario de Vocento publicará el domingo, pero de la que este viernes ha ofrecido un adelanto. El líder del PP ha rechazado de plano un Ejecutivo de concertación con Zapatero como presidente. "No aceptaría un gobierno de coalición presidido por Zapatero porque no creo en él ni en las políticas que ha desarrollado. No tiene un proyecto para España". Sobre qué pasaría en caso de ganar el PP las elecciones generales en 2012 Rajoy no se ha mostrado tan partidario como Arenas de un gabinete conjunto con el PSOE y se ha decantado por acuerdos o pactos de Estado en los asuntos más importantes. "Espero que entre los dos grandes partidos, pero hay otras opciones", dijo, y se mostró "dispuesto" a ponerse al frente del proyecto que ha desgranado, confiando en sus posibilidades: "La cuestión no es si podemos hacerlo, sino cuándo lo vamos a hacer", ha concluido.

La respuesta es sencilla: cuando gane unas elecciones generales y pueda gobernar con mayoría suficiente...