José Luis Gómez.- A vueltas con España.- Encuentros de tacón alto

MADRID 19 Nov. (OTR/PRESS) -

Falta todavía un año para las elecciones presidenciales en Estados Unidos y ya cuesta recordar cuándo se inició la precampaña que puede colocar, frente a frente, a la senadora demócrata Hillary Clinton y al ex alcalde neoyorquino Rudolph Giuliani, quienes se perfilan como los virtuales nominados por demócratas y republicanos para esa gran cita de noviembre de 2008. Para que algunos digan que en España la precampaña electoral es muy larga. Eso sí, en Estados Unidos diferencian muy bien entre lo que es la campaña y la gestión del día a día, de modo que el país siga funcionando con normalidad. Tampoco se ocupan demasiado de lo que diga Hugo Chávez.

Todo tiene su explicación: los partidos estadounidenses son grandes maquinarias electorales, mientras que en España son más bien aparatos de control del poder, que a menudo usurpan la función principal del poder legislativo e interfieren -cuando gobiernan- en la composición y en la gestión del propio Ejecutivo. Además, allí no tienen ni a Acebes ni a Pepe Blanco.

Hillary Clinton se ha convertido en la candidata a batir, dentro y fuera del Partido Demócrata. Y eso es así porque todos saben que es la más presidencial a los ojos de los ciudadanos, cuyo núcleo central -la decisiva clase media americana- decantará quién gobernará la primera potencia del mundo desde 2008 a 2012. Si Zapatero logra permanecer en el poder para entonces, seguramente encontrará en Hillary todo aquello que le negó Bush, mientras que si fuese Rajoy su partenaire siempre podría resucitar los encuentros de tacón alto que le preparaba Ana Botella a Hillary en Madrid para que se viese con mujeres como Esperanza Aguirre, Isabel Tocino, Margarita Robles o Alicia Koplowitz. Tiempos aquellos...

José Luis Gómez