Actualizado 25/09/2011 14:00

José Luis Gómez.- A vueltas con España.- El lío de las radios y el fútbol.

MADRID 25 Sep. (OTR/PRESS) -

Tras llamar al diálogo a primeros de septiembre, el Gobierno parece decantarse del lado de las emisoras de radio en la guerra que éstas mantienen con la Liga de Fútbol Profesional. En juego está no solo el pago de un canon para poder retransmitir los partidos, sino también el derecho a la información, como reconoció el propio ministro portavoz, José Blanco. Palabras mayores, por tanto, ya que hablamos de un derecho fundamental reconocido en la Constitución.

El fútbol es un negocio financiado básicamente por la televisión y la televisión es un negocio financiado parcialmente por el fútbol. Pero tanto el fútbol como la televisión viven de lo que quiere la gente. Y la gente quiere ver fútbol televisado, como se ha podido contrastar durante medio siglo de televisión. Se trata, pues, de un deporte, pero también de un espectáculo, que si quiere tener calidad ha de contar con buenos actores: en este caso, futbolistas y entrenadores, apoyados por gestores eficientes. Enredarse en otras cosas, como este lío de las radios, no parece que vaya a solucionar ningún problema económico grave, y que por el contrario puede causar daño a la larga. La Liga debería empezar por asumirlo y el criterio del Gobierno parece razonable. Pero si no hay acuerdo, siempre queda la vía de modificar la Ley General de la Comunicación Audiovisual.

La televisión es importante para el fútbol, si bien esa afirmación admite matices. Madrid y Barça no son más grandes solo debido a supuestos privilegios televisivos. Es posible que haya algo de eso y que pueda repartirse mejor el pastel de los ingresos por televisión, pero estos dos clubes también marcan la diferencia con los ingresos que obtienen por otras vías, ligadas a un marketing que hoy por hoy solo ellos se pueden permitir. Por no hablar de los negocios inmobiliarios que al menos en el caso del Madrid fue capaz de hacer con su ciudad deportiva. Para la mayoría de clubes, el fútbol se salvará con una gestión más realista, que pase por adecuar los fichajes y los sueldos de los jugadores y entrenadores a la nueva situación del país y, de paso, por eliminar posibles desviaciones, empezando por las comisiones. Las radios no deben estar para más líos, sino para contarnos lo que pasa en el fútbol.

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