Actualizado 17/09/2007 02:00

José Luis Gómez.- A vueltas con España.- Pepiño ya es José Blanco

MADRID 17 Sep. (OTR/PRESS) -

Del mismo modo que un desconocido diputado por León llegó a secretario general del PSOE y poco después a presidente del Gobierno, un joven diputado socialista de Lugo accedió un buen día a la secretaría de Organización del PSOE, lo que, desde 2004, equivale a mandar en el partido del Gobierno y a algunas cosas más. Entonces en Galicia era conocido por Blanquito pero en Madrid se les dio por llamarle Pepiño. Y quienes jugaban con su nombre eran los mismos que después se preguntaban cómo era posible que el PSOE estuviese en manos de alguien como Pepiño. Él siempre fue consciente de que no era Alfonso Guerra y, por tanto, ni habló de Mahler ni de teatro, si bien eso no le impidió competir en eficacia con el mítico número dos de Felipe González.

Como reconoce el ex presidente socialista, el actual PSOE está mucho más sereno que el suyo, lo cual deja en muy buen lugar a José Blanco, que es como ya le llama ahora todo el mundo. El secretario de Organización del partido socialista es un currante nato, buen conocedor de todos los vericuetos de la organización que dirige y no necesita amenazar a nadie con que el que se mueva no sale en la foto. Después de lo sucedido con Bono, Vázquez, Maragall, Ibarra..., en el partido nadie tiene la más mínima duda de cuáles son sus verdaderos poderes como cámara.

Si logra que ZP renueve su mandato, Blanco deberá elegir entre seguir al frente del aparato socialista o irse de ministro al Gobierno. Siendo listo como es, intuye que si continúa en el PSOE puede empezar su decadencia, mientras que si es nombrado ministro puede coger carrerrilla incluso para hacer política de altos vuelos en Galicia, donde más de uno se pone nervioso con solo imaginarse esa hipótesis. Pero Blanco no sólo ha demostrado que sabe gobernar la cocina de los socialistas. A veces, aún sin corresponderle, ha aportado más serenidad a la política que el zizagueante Gobierno de Rodríguez Zapatero, de tal modo que la imagen del PSOE prevalece sobre la de su Gobierno. Por algo Rajoy, que también es gallego, no le llama Pepiño...

José Luis Gómez

Contenido patrocinado

Foto del autor

Fernando Jáuregui

Sánchez, al fin, sale a la ofensiva, pero ¿qué ofensiva?

Foto del autor

Antonio Casado

Memoria de Rubalcaba

Foto del autor

Fermín Bocos

Annus horribilis

Foto del autor

Charo Zarzalejos

Castillo de naipes