Publicado 20/10/2013 12:00

A vueltas con España.- Falta sentido común.

MADRID 20 Oct. (OTR/PRESS) -

España está importando casi todo lo malo de Alemania (minijobs, políticas de inmigración insolidarias, corruptelas...) y casi nada de lo bueno (cajas de ahorros pegadas a la economía productiva, I+D+i, competitividad basada en el incremento del valor añadido y no en la devaluación salarial, formación profesional dual pagada en parte por los empresarios, horarios racionales, conciliación, límites de velocidad más flexibles en las autopistas...). Y no solo eso. Hay frentes en los que España, lejos de converger con Europa, diverge. El caso más evidente es el de las cajas de ahorros o de la banca regional, que las autoridades federales miman con esmero, para mayor gloria de sus empresas industriales, mientras que aquí se las han llevado por delante con el pretexto de que fueron mal gestionadas.

Falta sentido común, porque si generalizásemos el argumento de la gestión deficiente, en España a estas alturas no existirían ni la Corona, ni el Gobierno, ni las comunidades autónomas, ni las diputaciones, ni los ayuntamientos... Y, obviamente, no existiría el Senado, ni tropecientos chiringuitos más que pagamos entre todos.

Cuando se habla de las sparkassen o cajas locales y regionales alemanas no hay que confundirlas con los landesbank, que en efecto van mal. Aquí en España nos hemos llevado por delante las cajas de ahorros pero los alemanes siguen disfrutando de la gran fortaleza financiera de sus sparkaseen. En 2012 tuvieron un beneficio conjunto de 2.000 millones de euros frente a prácticamente un resultado cero de los landesbank, y eso que unas entidades y otras tienen el mismo peso en el sistema financiero alemán.

A diferencia de lo que hace Alemania, que es mantener el apego de su sistema financiero a la economía productiva, algo de puro sentido común en un país que quiere tener industria y desarrollo sostenible, en España sigue la fiebre neoliberal de concentrar todo el sector financiero en manos de cuatro o cinco. Y a donde no llegan, mandan recado. Galicia les estorba en ese sentido, de ahí que ciertos caraduras quieran cargarse Novagalicia Banco. Al menos que sepan que nos damos cuenta de sus perversiones.

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