La confianza... estúpido.- Lorenzo Bernaldo de Quirós

MADRID 12 Ene. (OTR/PRESS) -

Aunque resulte una paradoja dramática por el coste de dos vidas, el atentado de ETA en la Terminal IV del Aeropuerto de Barajas es la máxima expresión de un fenómeno mucho más grave: la incompetencia e irresponsabilidad del gobierno. Un país democrático, la octava economía del mundo no puede permitirse el lujo de estar en manos de un gabinete incapaz de afrontar los problemas, desde los más grandes hasta los más pequeños, con una mínima capacidad profesional. Ya no se trata de una cuestión ideológica o de si la izquierda es más o menos sectaria etc. sino de una pura, sino de la ausencia de unos parámetros más o menos estables, más o menos creíbles, más o menos consistentes en la gobernación de España.

De la inmigración al terrorismo, pasando por la organización territorial del Estado no ha existido ni existe algo parecido a la racionalidad. En ninguno de los grandes asuntos de la agenda española, el gobierno Zapatero tenía algo parecido a un plan a un proyecto. Todo se ha fiado y se fía a una especia de ciencia infusa, de información inmanente, de naturaleza irracional poseídas por el Presidente del Gobierno. Al frente del Ejecutivo está un visionario cuyo comportamiento es siempre imprevisible e inaprensible desde un punto de vista racional. El de Zapatero es un liderazgo místico-mágico inédito en la escena política de las democracias modernas. Eso es incluso más importante que el sectarismo implícito y explícito de muchas de sus acciones de gobierno.

España no se puede permitir el lujo de tener al frente del gobierno una persona con una mezcla de incompetencia e ingenuidad pavorosas. El Presidente ha quedado "desnudo", por no utilizar un término futbolístico más contundente, y su tanto su autoridad como credibilidad han sufrido un duro quebranto cuya recuperación le será muy difícil. La confianza es un activo que tarda mucho tiempo en construirse pero que puede perderse en segundos. El Presidente del Gobierno la ha perdido y no para el sector de la población que votó al PP sino para el conjunto de la sociedad española. Sin duda, el pueblo soberano tendrá la primera y la última palabra sobre el futuro de Zapatero pero su tiempo de descuento es posible que haya comenzado.

Lorenzo Bernaldo de Quirós.