Actualizado 15/03/2008 01:00

Lorenzo Bernaldo de Quirós.- América en recesión

MADRID 15 Mar. (OTR/PRESS) -

Como ya anuncié, la economía norteamericana está en recesión. La cuestión ahora estriba saber si va a ser larga y profunda o corta y suave. Los últimos datos disponibles sugieren un aterrizaje duro, mucho más intenso que el registrado en las últimas recesiones, la de 1990-1 y la de 2000-1. En ambos casos en PIB experimentó crecimiento negativo durante ocho meses. Ahora los pronósticos son de que, ese escenario de contracción, se mantendrá cuanto menos durante un año. Esto es así porque América experimenta la peor crisis inmobiliaria de la historia, porque las familias y las empresas están muy endeudadas y porque existe una seria amenaza de desplome del sistema financiero. En consecuencia, poco se puede hacer para que esto no se ponga muy feo.

Ante este panorama, la Reserva Federal ha emprendida una política muy agresiva con recortes de tipos de interés e inyecciones directas de dinero fresco para evitar que el enfermo, la economía, entre en coma. Por desgracia, esto no va a funcionar. De entrada, porque está provocando una caída del dólar que lleva a los inversores extranjeros a vender con rapidez sus activos denominados en el billete verde lo que crea problemas adicionales para financiar el descomunal déficit exterior de los EE.UU. y aumenta la inflación importada. Por otra parte, los estímulos monetarios no reavivan la economía cuando los problemas no son de liquidez, de ausencia temporal de efectivo, sino de solvencia. Finalmente, la plata ofrecida por la FED no llega a los hogares y a las empresas, porque los bancos la emplean para sanear sus balances y cubrirse ante el seguro incremento de la morosidad.

En este escenario, España tiene un cuadro clínico muy parecido al norteamericano. Las economías domésticas están endeudadas hasta las cejas, el "boom inmobiliario" ha terminado y se prevén duros ajustes en el valor y en la demanda de viviendas y, otra similitud, la contracción del crédito es muy fuerte y es dudoso que remita en un horizonte cercano. Si a ese panorama se le suman los viejos problemas de fondo, la pérdida de competitividad, la inflación y el déficit exterior, el asunto coge tintes muy negros.

Lorenzo Bernaldo de Quirós.

Contenido patrocinado

Foto del autor

Francisco Muro de Iscar

Políticos, ¡convertíos!

Foto del autor

Fernando Jáuregui

La interesante 'doctrina Armengol'

Foto del autor

Victoria Lafora

Hoy se zurran, mañana pactan

Foto del autor

Carmen Tomás

30.000 millones de gasto en un mes