MADRID 21 May. (OTR/PRESS) -
El PSOE y sus voceros han contestado a las acusaciones de corrupción y abuso de poder lanzadas por la oposición del PP con un clásico "y tú también y/o tú más". Esta es una práctica habitual de la izquierda española. Ya recurrió a ella cuando una gigantesca ola de corrupción azotaba los cimientos del felipismo y ahora vuelve a hacer lo mismo. Sin embargo, la pregunta es la siguiente: ¿Por qué, antes o después, más pronto o más tarde, el socialismo gobernante tiene casos de corrupción? En la etapa Aznar ni un solo escándalo de esa naturaleza salpicó al gobierno en sus ocho años al frente del ejecutivo. Esto no significa que los políticos de la derecha sean menos corruptos que los de la izquierda pero lo cierto es que los episodios de corrupción en esa fracción de la escena política son menores en términos absolutos. Eso es indiscutible.
La corrupción es directamente proporcional al grado de discrecionalidad del poder y a su intervención en la economía. En España, los grandes episodios de corrupción en la última década se concentran cada vez menos en el Estado y más en las autonomías y ayuntamientos. Esta es la consecuencia inevitable de que el primero se ha debilitado y las segundas se han fortalecido. Por añadidura, los grandes casos de corrupción se han producido en el ámbito inmobiliario que, paradójicamente, es uno de los sectores en el cual el poder interventor de los poderes públicos regionales y locales es absoluto. Ahí se confirma la vieja tesis de Lord Acton: "el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente".
Cuando mover una línea de un plan urbanístico o recalificar un terreno puede generar una cantidad ingente de dinero para quienes se benefician de esa acción, la corrupción se convierte en algo muy difícil de combatir. Sin duda existirán siempre personas honorables que no se "mojan" pero también otras que sí lo harán o podrán hacerlo porque tienen los medios para hacerlo. Desde esta perspectiva, el mejor camino para que la corrupción disminuya es reducir la capacidad de injerencia de los políticos en la actividad económica. Esa es la gran debilidad del PSOE. Su tendencia a controlar la economía es la principal causa de la corrupción.
Lorenzo Bernaldo de Quirós