MADRID 9 Jun. (OTR/PRESS) -
El Banco Central Europeo decidió el pasado 6 de junio el octavo incremento consecutivo desde hace año y medio de los tipos de interés oficiales de la Eurozona. La subida supone, como ya viene siendo tradicional, un cuarto de punto, con el que los tipos se sitúan en un 4 por 100. Con este nuevo aumento, el precio del dinero se encuentra en sus valores máximos desde agosto de 2001. Además, el economista jefe del Commerzbank, Jörg Krämer pronosticó que el BCE elevará, de nuevo, las tasas para la eurozona en un cuarto de punto porcentual en septiembre.
La noticia de la subida de tipos se esperaba y ya estaba prácticamente descontada en el mercado y el pronostico de un nuevo incremento en septiembre tampoco constituye una gran sorpresa. Tras el anuncio el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet comentó que después del aumento de ayer, el "precio del dinero está más cerca de un nivel neutral" para el crecimiento económico y para la inflación. Europa crece por encima de su potencial y esto hace que el Banco tenga temores inflacionarios, que se ven confirmados por los últimos precios del crudo. Aunque los tipos de interés de la Eurozona se adapten a dicho crecimiento potencial no hay que olvidar que la llave para conseguir un crecimiento sólido pasa por la continuación de las reformas estructurales en la economía europea que logren alcanzar niveles de productividad apropiados.
Las consecuencias de la última decisión del BCE no se han hecho esperar: ayer el Ibex cerró con su cuarta caída consecutiva, esto supone unas pérdidas del 1,36 por 100; el BCE ha revisado a la baja el crecimiento para los próximos dos años; la gran duda se plantea en si la última subida de los tipos se trasladará al euribor, cuándo lo hará y en qué magnitud, ya que aunque los últimos incrementos de tipos se han trasladado al euribor de manera casi automática, este cerró ayer al 4,493 por 100, por lo que ya habría anticipando los futuros incrementos en el precio del dinero y presentaría poco recorrido al alza. Este último punto es esencial debido a la creciente carga financiera que la subida de los tipos de interés está provocando en las familias españolas. ¿Hasta cuando aguantarán las empresas y las familias españolas un dinero cada vez más caro sin reducir su gasto y su inversión?
Lorenzo Bernaldo de Quirós