Actualizado 17/07/2007 02:00

Luis Del Val.- La insensibilidad de los petroleros

MADRID 17 Jul. (OTR/PRESS) -

Los petroleros, a la hora de accidentarse, demuestras una falta de sensibilidad impertinente respecto al gobierno de turno, sea autonómico o estatal, y lo mismo revientan sus panzas llenas de gasóleo con Fraga en Galicia y Aznar en Moncloa, que con un gobierno de izquierdas en Baleares y un Zapatero en Madrid. Es que llega un momento en que no sabes qué gobierno puede parar a estos caducos barcos llenos de petróleo para que no revienten sus depósitos y nos llenen de mierda, ora los viveros de mariscos, ora las playas de las que se alimenta nuestra primera industria, que es el turismo. Lo que no cambia es el optimismo de los gestores de las consecuencias de las crisis, que siempre son de una confianza tan inmoderada como catastrofista suele ser la lectura de la oposición o de los medios.

Si leemos la prensa alemana, mejor cancelar las vacaciones previstas a Ibiza, porque los niños morirán envenenados nada más aterrizar en la isla, pero si atendemos a la ministra de Fomento, esto es una tempestad de fuel en un vaso de agua, que el "Clara Campoamor" se bebe como aperitivo por las mañanas, y ayuda a que la tripulación tenga buena salud y engorde. ¿A qué me recuerda esto? Sí, a lo del "Prestige", pero es políticamente incorrecto establecer odiosas comparaciones, aunque también entonces habría que ver las enormes diferencias entre los ecologistas ocasionales, los entusiastas de última hora, la oposición y los portavoces del gobierno.

Debe haber un mecanismo automático que impele a los gobernantes a mentir ante los problemas, cualquiera que sea su ideología. Lo de la película "Tiburón" es algo perfectamente verosímil en este conglomerado de intereses comerciales, turísticos y políticos. Que la realidad no pueda nunca estroperarte tus ilusiones. El Don Pedro está a una milla marina, que son algo menos de dos kilómetros, si mis recuerdos del bachillerato no me fallan. Ojalá el petróleo no llegue a las playas, pero una milla en el mar es como una decena de metros en una piscina. Ya nos mintieron con el sellado de los buques. ¿Por qué ahora van a decir la verdad? Se lo tengo dicho a mis hijos: en caso de catástrofe, cuando el gobierno español -el que sea- diga que no hay peligro alguno, coged el pasaporte y cruzad la frontera lo más rápìdo posible.

Luis Del Val

www.luisdelval.com

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