MADRID 11 Jul. (OTR/PRESS) -
Esta semana se reunieron los ingredientes necesarios para saborear una noche de verano de lo más glamurosa; los jardines del Hotel Villa Magna enclavado en pleno Paseo de la Castellana, una iluminación acorde con la decoración basada en enormes lámparas circulares colocadas en los rincones más estratégicos, un catering divino, rosas, abanicos del mismo color y cuatro bellas mujeres de excepción para amadrinar la Fiesta del Cava Rosado, fueron la combinación perfecta para atrapar a los asistentes que disfrutamos de una maravillosa velada.
Por un lado Ariadne y Aida Artiles y por otro Eugenia y Claudia Osborne reaparecieron ante la prensa y posaron esbozando la mejor de sus sonrisas mientras brindaban con una copa de Cava Rosado en el 'photocall' que se había preparado para la ocasión.
Todas coincidieron en destacar que esta es una bebida muy apetecible, especialmente en verano por su sabor y su frescura. Sin embargo fueron tan políticamente correctas que no reconocieron haber bebido alguna vez una copita de más, algo que creo yo, que a estas alturas le ha pasado hasta al más pintado, en este caso "pintada". Son guapas, jóvenes, modernas, se mueven en fiestas públicas y privadas, saraos nocturnos, presentaciones, actos sociales, benéficos, estrenos, y no digo yo que no lean libros (especialmente las hermanas Osborne, que ésas si que estudian), pero vamos, de ahí a que en alguna ocasión no hayan roto una pieza de la vajilla va un abismo. Que no quiero yo hacerme un lío, por eso vamos por partes.
Las hemanas Osborne son sin duda, más simpáticas y agradecidas que las Artiles, hablar, hablé con todas, pero las hijas del cantante resultan más naturales y espontáneas ante la prensa. Las otras dos parecen contenidas y responden con un mecanismo más "clicheado", es decir estándar, establecido, obvio..., en fin se me ocurren mil sinónimos que no es plan de enumerar.
Eugenia estudia psicología, está enamorada de un chico, según me cuenta, muy guapo, rubio, alto y cuatro años mayor que ella. Se nota que es más tranquila que su hermana Claudia: "yo no tengo novio, me encantaría enamorarme, estoy sola pero no porque quiera sino porque los chicos son difíciles de pelar", me recalca mientras se parte de risa y evidentemente yo con ella.
Las Osborne comparten piso con una prima en plena Milla de Oro de Madrid; "nos lo pasamos genial, las tres somos muy distintas, mi hermana Claudia es tremenda, le pasan cosas muy raras y vive experiencias muy surrealistas, siempre se está riendo y tiene mucha guasa, mi prima es una mezcla de las dos, a mi me dicen que soy una 'friky' porque me gustan las series y me quedo trasteando con mi ordenador, en fin con mis cosas..., me río mucho con ellas, nos llevamos muy bien", me asegura Eugenia de forma relajada y alejada de las cámaras; "me encantaría ser como mi padre que tiene una gracia natural que se queda con todo el mundo, le admiro mucho, de verdad".
Las hijas de Bertín le adoran; "está en un momento muy estable y tranquilo. Fabiola tiene un carácter fuerte y eso ayuda a que mi padre esté un poquito a raya. Imagínate como se las gasta Fabiola pero es una persona maravillosa".
Por su parte Ariadne Artiles continúa instalada en Nueva York, y tan solo viaja a España por compromisos profesionales, su vida cambió tras su separación de Fonsi Nieto. Dice que se quedará un tiempo en la ciudad de los rascacielos, que allí se relaciona con mucha gente y que no echa de menos a los paparazzi en la puerta de casa. Parece que a la canaria le falla la memoria y no recuerda la que montaron ella y su ex marido para proteger la exclusiva de su boda en Ibiza hace cuatro años, numerosos escoltas, sabanas para evitar captar una imagen de los novios, coches circulando a cien por hora... ¡Que facilidad tienen algunas para darle la vuelta a la tortilla según convenga!. Que no olvide Ariadne que, al menos, la persecución mediática que tuvo durante un tiempo le sirvió para conseguir campañas publicitarias que le han proporcionado sabrosos beneficios económicos.