Pedro Calvo Hernando.- Se lo pedimos al PP

MADRID 5 Dic. (OTR/PRESS) -

Ninguna de las estrategias que ha seguido el PP en estos casi cuatro años le ha servido para consolidar avances significativos en ningún campo. Tampoco en el de las previsiones electorales, pues los últimos sondeos señalan una distancia entre PSOE y PP similar a la que se produjo en las elecciones del 14-M, y eso en el mejor de los casos, como en la encuesta del diario Público, mientras que en la de la cadena SER la distancia es de más de seis puntos. Ahora mismo, a raíz del atentado de Capbreton, ensayaron inicialmente un retorno al consenso democrático con todas las fuerzas políticas para luchar contra el terrorismo, pero enseguida aparecieron las vacilaciones y la ofensiva anti Zapatero y anti Gobierno dentro del partido y las claras agresiones en los sectores afines al mismo, como se ha comprobado en las concentraciones celebradas en toda la geografía española. Y es que para la cúpula del PP es muy difícil dar marcha atrás y conseguir que sus afines la den, después de cuatro años de envenenamiento y de grave manipulación de la opinión pública en ese terreno.

Pero aún con esas constataciones y con la desconfianza por su trayectoria de estos años, es necesario pedir y esperar del PP que de verdad se instale por primera vez en el consenso de todos los demócratas para luchar contra el terrorismo, ahora que estamos en la desolación causada por ETA por su atentado contra los dos guardias civiles en aquella localidad francesa. Hay que pedirles que lo hagan sin pensar en conveniencias electorales e incluso recordándoles que nada han conseguido estos años pasados con su permanente actitud obstruccionista en todos los terrenos y manifiestamente en el de la lucha contra el terror. La verdad es que me produce dolor y pudor tener que escribir estas cosas a estas alturas, pero no hay más remedio que hacerlo, porque la experiencia de todo este tiempo que ha seguido a las elecciones generales de marzo de 2004 así lo aconseja y así lo exige. En este trance, además, Mariano Rajoy se juega definitivamente su credibilidad política, ya muy mermada.

Pedro Calvo Hernano.