Actualizado 10/08/2007 02:00

Ramón Pi.- Desde la libertad.- Topillos socialdemócratas

MADRID 10 Ago. (OTR/PRESS) -

Estos socialdemócratas no tienen arreglo. Desde hace decenios se les critica, con mucho fundamento, su pasión por entrometerse en la vida de la gente, creando unos problemas que antes no existían, y dedicando a continuación cantidades ingentes de recursos (extraídos de la gente, claro está) para resolverlos; pero esas presuntas soluciones modifican otros equilibrios que venían funcionando bien, y entonces se crean problemas nuevos. Y así, echando la culpa a la derecha de estos desaguisados, los socialdemócratas se hacen propaganda por acudir a resolver los problemas..., que ellos mismos habían creado.

Un ejemplo de libro lo tenemos con los topos, que ahora los llaman topillos (a lo mejor son distintos de los topos, y yo lo ignoro), que están arruinando buena parte de la España rural. Según me cuentan, el origen inmediato de esta plaga es la prohibición de quemar rastrojos para evitar incendios, y los topillos, que se reproducen a toda velocidad, se han hecho dueños del subsuelo agrícola. Miles, cientos de miles, millones de topillos proliferan como si fuesen aspirantes a una subvención progresista. Y los agricultores y los jardineros, desesperados.

¿Cómo se lucha contra los topillos? Ahora parece que han descubierto que con el fuego. Maldición: los decretos estaban envenenados. En Castilla y León, donde no hay tanta concentración de socialdemócratas gobernando, han empezado a organizar quemas controladas de rastrojos. Esperemos que eso funcione antes de que los ecologistas aparezcan en los medios de comunicación con fotografías y vídeos de topillos, tan simpáticos ellos, tan así como peluches, tan así como bebés foca, seguidos de vídeos y fotografías de topillos ardiendo, achicharrándose por millares. ¡Genocidio, genocidio de topillos!, clamarán. Y vuelta a empezar. Eso sí, una vez que los ecologistas hayan cobrado sus subvenciones correspondientes.

Ramón Pi.

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