Actualizado 09/01/2007 01:00

Ramón Pi.- El nuevo Pacto.- Desde la libertad

MADRID 9 Ene. (OTR/PRESS) -

La resaca inmediata tras el bombazo asesino en la T-4 de Barajas, como ocurre con todos los atentados, está llena de palabras resonantes. Pasan unos días, tal vez unas pocas semanas, y la vida se lleva todo este material, hasta el punto de que se llega a considerar de mal gusto que alguien recuerde lo que se hizo y se dijo en los primeros momentos. Así funcionan estas cosas.

El segundo acto es la adopción de medidas. Parece que esta vez es inevitable resucitar el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, que está ahora mismo tan difunto como las víctimas de la furgoneta-bomba a pesar del cinismo con que Pérez Rubalcaba dijo hace unos días que estaba vivo y operativo. Pero el Gobierno pretende modificarlo para que se avengan a firmarlo el PNV, CiU y ERC, tres partidos que rechazan que el País Vasco o Cataluña, respectivamente, sean parte de España. O sea, que defienden las mismas tesis en virtud de las cuales la ETA pone las bombas, chantajea a los empresarios y dispara los tiros en la nuca.

Ya estamos, pues, otra vez en el lodazal de las componendas. El Partido Popular ha mantenido su discurso básico e irrenunciable: frente a la ETA sólo cabe la derrota, no la negociación. En consecuencia, cualquier nuevo pacto deberá incluir el correspondiente acuerdo parlamentario que derogue el que se tomó en mayo de 2005, a la vista de lo ocurrido. Pero la vicepresidenta taumatúrgica (¿o no es un milagro su buena prensa con las cosas que dice?) ha vuelto a leer dificultosamente un nuevo capítulo del discurso oficial, titulado "Bla, Bla, Bla".

Parece que son pocos muertos para hacer cambiar al Gobierno de estrategia. Y, además, ecuatorianos.

Ramón Pi.

Contenido patrocinado

Foto del autor

Fernando Jáuregui

Sánchez, al fin, sale a la ofensiva, pero ¿qué ofensiva?

Foto del autor

Antonio Casado

Memoria de Rubalcaba

Foto del autor

Fermín Bocos

Annus horribilis

Foto del autor

Charo Zarzalejos

Castillo de naipes