Actualizado 13/05/2007 02:00

Victoria Lafora.- Un cierto desencanto

MADRID 13 May. (OTR/PRESS) -

Después de tantos meses de campaña electoral encubierta, de tantos mítines que no eran mítines, de tanto eslogan, ya estamos de verdad a pocos días de las urnas. Y es ahora cuando se siente el cansancio. Un cierto desencanto ante lo que se avizora como los discursos con los que nos van a reclamar el disputado voto.

Si es verdad, y el video del PSOE parece proclamarlo, que el argumento de campaña va a ser la guerra de Irak aviados vamos. Porque no hay tropas españolas en el conflicto (ya guerra civil gracias a la nefasta política de Bush) y hace tres años que Zapatero cumplió su promesa de traerlas de vuelta a casa. Por tanto ese es un tema del pasado que nada tiene que ver con la elección de alcalde o de presidente autonómico, algo mucho más cercano y próximo.

Si Rajoy y el Partido Popular se van a dedicar a machacarnos, durante quince días más, con las listas de Acción Nacionalista Vasca, autorizadas a presentarse y rechazadas otras por el Supremo y el Constitucional, las cosas no pintan bien. Los votantes necesitamos saber si se van a corregir los casos de corrupción urbanística, queremos saber si se va a retirar de las listas a los acusados de cometer desmanes con las licencias de construcción, exigimos un control por parte de los partidos para que garanticen que sus candidatos no quieren el cargo para enriquecerse, ellos y el partido, sino para servir a los ciudadanos.

Es tan fácil como eso y tienen doce días para hacer pedagogía y devolver el interés a los electores. Dicen los expertos que, a día de hoy, el temor a una altísima abstención es real y tiene bases sólidas. Despues del ejemplo de Francia, una democracia mucho más 'vieja' que la española, si los ciudadanos de este país se quedan en casa el día veintisiete de mayo solo habrá un culpable: la clase política que ha llevado la crispación y el enfrentamiento hasta el hastío.

Los candidatos a las alcaldías de muchas ciudades cuentan a quien quiere oírles su preocupación porque los electores paguen con una patada en su trasero el castigo que se merecen los lideres nacionales. Ya ha pasado otras veces. Por eso hay dirigentes como Acebes y Zaplana que muchos alcaldables del PP preferirían ver lejos de su circunscripción. O, por citar otro ejemplo, el flaco favor que le ha hecho al candidato de UPN el artículo de Mayor Oreja. Hay apoyos que matan.

Quizá la solución que nos quede a los votantes sea separar el grano de la paja, no atender a consignas y acudir a las urnas para elegir a ese alcalde honesto del que tenemos datos que se presenta para servir a la comunidad. Y si no lo encontramos se vota en blanco pero este cierto desencanto no puede apartarnos del derecho y el deber de votar.

Victoria Lafora

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