Actualizado 02/09/2007 02:00

Victoria Lafora.- Raca, Raca, Raca

MADRID 2 Sep. (OTR/PRESS) -

¡Que pesado, pero que pesado es Ibarretxe! ¿Como puede un presidente autonómico proponer a los ciudadanos una ilegalidad (porque convocar un referéndum es una competencia exclusiva del Estado) a sabiendas de que no puede hacerlo? Incluso en esta ocasión fue un paso más allá de su conocida y machacona pretensión. Seguramente ha vuelto de las vacaciones con las mimas ideas pero con más ganas de pelea. Ahora que tiene un buen lío en su Gobierno tripartito (están a matar) y en vísperas de que su "hombre" en el PNV, ese modelo de moderación que es Eguibar, pueda disputarle la presidencia a Imaz.

Por eso, para echar mas leña al fuego de la discordia, fue un paso más allá y añadió que el espurio referéndum se celebrará al margen de que ETA siga cometiendo atentados. Cuando que el pacto de Gobierno contemplaba que solo se podría proponer en ausencia de violencia, e incluso así lo recoge el documento de estrategia que su propio partido aprobó en el 2005.

Por tanto su machaconería con la consulta tiene, en esta ocasión, la intención de apoyar sin tapujos la línea soberanísta de Eguibar en su pugna con Imaz por la presidencia del PNV. Hay, además, en Ibarretxe unos in disimulados celos por la buena relación que Imaz mantiene, no solo con el Gobierno de la Nación, sino también con destacados dirigentes del PP con los que podría pactar en caso de un vuelco electoral en marzo.

En el fallido intento de acabar con la violencia nadie contó con Ibarretxe y el interlocutor con Madrid y con los socialistas vascos fue Imaz. Eso levantó ampollas en el ejecutivo vasco y de ahí que ahora los socios se estén inmiscuyendo en las peleas dentro del PNV por el poder.

Ibarretxe, ¡que pesado!, insistió en su ya conocido argumento de la necesidad de cumplir la palabra dada, en su compromiso personal cuando fue elegido de dar a la sociedad vasca "la paz y la palabra". Es decir: quiere cumplir solo una parte del compromiso, aquel que hace referencia a la palabra, porque lo que es la paz parece bastante lejos en el horizonte. Y seguramente para muchos vascos es más importante la paz que cualquier otra cosa. Es decir que ha fallado en lo principal y eso no parece preocuparle.

Porque la verdadera tarea del nacionalismo vasco, en estos momentos de incertidumbre, con los terroristas intentando matar cada semana y extorsionando a los empresarios que sustentan el crecimiento económico de Euskadi, es la de colaborar al aislamiento social de los violentos. Ahí si que el lehendakari debería tener un compromiso personal y sería su mejor testamento político.

VICTORIA LAFORA

Contenido patrocinado

Foto del autor

Charo Zarzalejos

Castillo de naipes

Foto del autor

Luis Del Val

Personas desconocidas

Foto del autor

Julia Navarro

De la salud y otras cuestiones