- Las empresas no financieras ganan un 67,3% más hasta junio sorteando la crisis con extraordinarios
MADRID, 3 Oct. (OTR/PRESS) -
El deterioro de la economía española se está notando en la actividad empresarial, aunque no tanto en sus resultados, que mejoran sobre todo gracias al fuerte incremento de los ingresos extraordinarios procedentes de las ventas de acciones y otros activos. Según datos del último Boletín Económico del Banco de España, el beneficio neto de las empresas no financieras españolas aumentó un 67,3% en el primer semestre del año. En este periodo, sin embargo, se ha acentuado la desaceleración de la actividad en la mayor parte de los sectores, con un incremento de sólo el 2,1% frente al crecimiento del 5,7% del ejercicio precedente.
Las empresas no financieras aumentaron su beneficio neto un 67,3% en el primer semestre del año, frente al crecimiento del 3% registrado en el mismo período de 2007, gracias al fuerte incremento de los ingresos extraordinarios, procedentes fundamentalmente de la venta de acciones y otros activos. El Banco de España alude de este modo a la a la venta de activos de Endesa a E.ON por parte de Enel y Acciona por 11.800 millones de euros.
Si se descuenta esta operación, que ha generado un crecimiento "excepcional" del resultado neto, el incremento del beneficio se limita al 12%. De hecho, el resultado ordinario neto registró en el primer semestre un aumento del 4,2%, inferior en dos décimas al contabilizado en el mismo período del ejercicio precedente.
El Banco de España asegura que este incremento del beneficio neto ordinario es consecuencia de la "notable" progresión de los ingresos financieros, que se dispararon un 40,4% entre enero y junio por la entrada de "cuantiosos" dividendos procedentes de filiales extranjeras por parte de las multinacionales españolas, y compensaron el aumento del 28,3% experimentado por los gastos financieros. En todo caso, los gastos financieros crecieron mucho menos que en el primer semestre de 2007 por la menor apelación de las empresas a endeudamiento externo.
DESACELERACION ACTIVIDAD.
La máxima entidad financiera española asegura que esta evolución de resultados se inscribe en un proceso de desaceleración de la actividad productiva iniciado en 2007. Así, el valor añadido bruto (VAB) aumentó en el primer semestre sólo un 2,1%, frente al 5,7% del mismo período del ejercicio precedente. Esta "pérdida de dinamismo" afectó a todos los sectores, salvo al de la energía, donde las empresas elevaron el VAB, en un contexto de incremento de los precios internacionales del crudo que perjudicó a otras actividades, como el transporte.
La menor actividad empresarial se tradujo asimismo en una "ligera" ralentización de la creación de empleo, que aumentó a un ritmo del 0,8% en los seis primeros meses del año, frente al 1,1% de la primera mitad de 2007. Las empresas industriales redujeron sus plantillas un 0,4% y las de transporte y comunicaciones, un 0,9%.
Pese al freno en los procesos de creación de empleo, los gastos de personal aumentaron un 5,2% entre los pasados meses de enero y junio, tasa superior al 4,7% contabilizado en el mismo período de 2007, como consecuencia principalmente del crecimiento de las remuneraciones medias, que aumentaron a una tasa del 4,4%, ocho décimas por encima del primer semestre del ejercicio precedente (+3,7%).
En este sentido, la institución que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez apunta que las remuneraciones medias registran un perfil trimestral en aumento, "probablemente relacionado con los procesos de regulación de empleo que se han iniciado en el segundo trimestre".
La desaceleración de la actividad productiva y los aumentos de los gastos de personal en el primer semestre llevaron a que el resultado económico bruto se estancara, frente al crecimiento del 6,3% que se registró en los seis primeros meses del pasado año.
Por lo que respecta a la deuda de las empresas, los ratios de posición financiera muestran una mejoría en los niveles de endeudamiento en los meses transcurridos en el año en curso. Esta mejora se sustenta en las grandes empresas integradas en los grupos multinacionales, ya que la evolución de las restantes compañías sigue presentando niveles de deuda en ligera progresión.