- El menor coste de la vivienda impulsa la movilidad geográfica en el trabajo
MADRID, 20 Jun. (OTR/PRESS) -
Los españoles no son muy partidarios de la movilidad geográfica. La mejora de la calidad de vida o la posibilidad de ascender en el trabajo no son motivos suficientes para cambiar de ciudad si estos no vienen acompañados de una sustancial mejora en la remuneración salarial. El menor coste de la vivienda podría impulsar la movilidad por la orografía nacional aunque las ataduras familiares hacen el traslado complicado en la mayoría de las ocasiones, según una encuesta de la consultora de recursos humanos Abaco Siglo XXI.
A diferencia de otros países cercanos, a los españoles les cuesta mucho trasladarse a otra ciudad a vivir por motivos de trabajo, especialmente a aquellos que viven en grandes urbes, como Madrid o Barcelona que están acostumbrados a un tipo de vida difícilmente mantenible en poblaciones más pequeñas.
La consejera delegada de Abaco Siglo XXI asegura que la mayor parte de los trabajadores alega problemas familiares para no cambiar de residencia por un empleo. No obstante, lo cierto es que también es complicado encontrar a personas sin cargas de este tipo dispuestas a mudarse a poblaciones más pequeñas.
Por todo ello el 58% de los trabajadores reconoce que no abandonaría su lugar de residencia actual por motivos laborales si no es con una sustancial mejora de su remuneración. Según una encuesta realizada por la consulta de recursos humanos, el dinero es el principal motivo para hacer las maletas, seguida de la ganancia de calidad de vida y de la posibilidad de ascender.
¿ASCENSO O CALIDAD DE VIDA?
El cambio de vida es más complicado para las mujeres, ya que el 30% de ellas asegura que no cambiaría de ciudad en su trabajo si ello implica el desplazamiento de toda la familia a otro lugar de residencia. En caso de los hombres acceder a un ascenso en su empleo es tan importante como conseguir una mayor calidad de vida, mientras que las mujeres dan mayor prioridad a este último.
Los trabajadores españoles consideran que el desconocimiento de las lenguas cooficiales en la geografía nacional y la falta de oportunidades profesionales a medio y largo plazo se constituyen como las principales barreras para no mudarse por un empleo.
Para compensar los trastornos que supone un cambio de lugar de vida muchos trabajadores solicitan compensaciones económicas muy elevadas para la ciudad de destino, lo que hace que muchas empresas acaben por contratar a profesionales locales cuyos servicios les salen más baratos.